Llaman a retiro a altos mandos chilenos por denuncias de nexos con prostitución infantil

El Gobierno de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, llamó hoy a retiro a cuatro altos jefes de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), por su presunta responsabilidad en una red de prostitución infantil. A través de un comunicado, la PDI anunció que se dispuso el retiro absoluto del prefecto inspector Héctor Soto Candia, jefe de la Inspectoría General de la institución, que precisamente tiene a su cargo la investigación de una denuncia presentada por una de las víctimas, Gloria Valenzuela, en octubre de 2007. También pasó a retiro el prefecto inspector Julio Ibáñez Burgos, jefe de la V Región Policial. Igualmente, los oficiales superiores prefecto Víctor Avellaira Torres (jefe de la Región Policial Metropolitana de Santiago) y Paulo Portorelli Palacios (jefe de la Prefectura Provincial de Valparaíso). El pasado viernes, la PDI chilena había suspendido de sus funciones a cinco de los seis detectives que aparecieron implicados en una red de prostitución de menores que operaba en Valparaíso (litoral central) tras una investigación periodística realizada por una canal de televisión de la señal abierta. Por este caso, la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados citó al ministro de Defensa, Francisco Vidal, además del director de la PDI, Arturo Herrera, y el subsecretario de la policía civil, Ricardo Navarrete, para que entreguen su testimonio sobre las denuncias. El pasado lunes, el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, aseguró que debido a la "explosión de denuncias" que se produjeron tras el reportaje, se solicitó a la Fiscalía que "llegue hasta el fondo del asunto, que se agoten las investigaciones y que se haga rápido". Respecto al mismo caso, la Asamblea Nacional de Derechos Humanos denunció el pasado jueves que marines estadounidenses violaron a niñas durante los ejercicios Unitas en el país en 2007. El abogado de derechos humanos Hugo Gutiérrez sostuvo que los delitos fueron encubiertos por la inteligencia chilena. En este sentido, el comandante en jefe de la Armada, almirante Rodolfo Codina, salió en defensa de su institución y se mostró molesto por la eventual inconsistencia de la denuncia del abogado.