Perú: Osos de anteojos aparecen en Macchu Picchu

Los osos de anteojos, una especie en peligro de extinción, han comenzado a ser vistos con mayor frecuencia en las inmediaciones de la ciudadela inca de Macchu Picchu, en la región sureste del país. "Los osos han sido vistos dentro del parque arqueológico Macchu Picchu, inclusive uno de ellos ha sido fotografiado el 2008 dentro de una de las áreas arqueológicas denominada el templo del Cóndor", dijo el domingo a la AP el jefe del parque arqueológico de Macchu Picchu, Fernando Astete. El oso de anteojos es la única especie que habita en la Cordillera de los Andes de Venezuela, Colombia, Perú y Bolivia. La ciudad sagrada de los Incas en la región de Cusco, a unos 500 kilómetros al sureste de Lima, "está localizada en una zona que es el hábitat natural de los osos de anteojos, pero también de otras 52 especies más", informó a la AP el biólogo del parque arqueológico, Julio Ochoa. "No hay un cálculo exacto del número de osos que viven en las más de 32.000 hectáreas del parque arqueológico, pero sí se puede decir que son más de 40 tras un conteo que se realizó el 2004", añadió. Los osos de anteojos, que tienen más de una cría por año, viven dentro del parque arqueológico de Macchu Picchu y se alimentan "de arándanos silvestres por su dulzura, animales muertos y hormiguitas defoliadoras y con eso contribuyen al control biológico", dijo Ochoa. Según el profesor de antropología de Universidad Católica del Perú, Juan Ossio, los osos andinos son también conocidos como "uku" o "ukumari" en lengua quechua y "su presencia está muy presente en el imaginario popular de las poblaciones quechuas desde muchos siglos atrás y allí también está su importancia". Las tradiciones orales de los pueblos andinos mantienen presente hasta el siglo XXI la imagen del plantígrado en el popular cuento quechua del "joven peludo" _hijo de la relación de un oso y una bella mujer_ que tiene notorios ingredientes del cuento europeo del oso raptor, agregó. Sin embargo, en el acontecer del día a día, los osos de anteojos son cazados por el hombre para comercializar sus partes como insumo de la medicina tradicional y en respuesta a posibles ataques de los plantígrados a los campos de maíz y a los animales de los campesinos. Pero Ochoa dijo que "la presencia de osos en Macchu Picchu no representa, hasta el momento, un peligro para los visitantes ya que no es una especie agresiva, salvo que se le ataque o se le quiera quitar sus crías".