A duras penas Argentina le ganó a Colombia 1 a 0, pero dio un paso

Ganó Agentina pero no disipó sus dudas. Tras la humillación ante Bolivia (6-1) se esperaba que el equipo que dirige Maradona se reivindicara y lograra una holgada victoria ante Colombia. No fue así y los argentinos ofrecieron una imagen discreta para superar a un duro rival. Ahora son terceros por detrás de Brasil y Paraguay. No brilló el equipo de Maradona en los primeros cuarenta y cinco minutos. El equipo argentino tuvo el balón pero no logró llegar con peligro hasta los dominios de Ospina. Es más, Colombia tuvo más ocasiones de gol en este periodo que Argentina, aunque, afortunadamente para los locales, apareció siempre el guardameta Andujar -que debutaba-, para impedir que los visitantes se adelantasen en el marcador.
Argentina salió con toda su artillería, Messi, Agüero y Tévez, secundados por Verón, Jonás y Gago. Le sirvió de poco. Alguna arrancada de Agüero -le hicieron un claro penalty a la media hora cometido por Perea- y varias internadas de Leo Messi que no fueron aprovechadas por sus compañeros. De hecho una pared entre Verón y Leo fue lo más peligroso de la albiceleste. Lo peor de este periodo fue, sin duda, la lesión de Agüero que antes del descanso tuvo que ser sustituido por el nuevo jugador del Inter, Diego Milito.
La segunda parte empezó con una Argentina lanzada en busca de la victoria. En apenas diez minutos hizo más peligro que en los anteriores cuarenta y cinco. Les debió dar suerte la motivación que Maradona había preparado. Antes del inicio del partido, Diego pegó tres carteles en los vestuarios. Uno decía "Esta camiseta es Mundial", otra: "Dentro del corazón quiero revancha" y la última "este plantel merece esta camiseta". No dio resultado en el primer tiempo pero sí en el segundo. Pudo marcar Messi a los siete minutos pero su gran lanzamiento de falta se estrelló en el larguero. Tuvo más suerte Cata Díaz cuando aprovechó un balon muerto a la salida de un córner. Una y otra vez los defensas colombianos tenían que recurrir a las faltas para frenar a Messi que, sin miedo, tomó la responsabilidad de dirigir el juego ofensivo de Argentina. Pasaban los minutos y los argentinos se dedicaban a asegurar la victoria sin buscar la portería de Ospina. Tenían suficiente con los tres puntos. (Sport)