Celulares: en Uruguay aplauden las ventas y en Francia los prohiben en las escuelas para cuidar salud de los niños

Las autoridades de Antel, la compañía telefónica estatal, festejaron hace pocos días haber llegado al millón y medio de celulares vendidos en un país que tiene poco más de tres millones de habitantes. Al contrario, en Francia le tendencia mayoritaria es que, como primer paso, se prohiba el uso de celulares en las escuelas para que las ondas electromagnéticas no afecten la salud de los niños. Según un informe del diario El País de Madrid "después de una reunión con varias asociaciones ciudadanas y empresas operadoras de telefonía móvil, la ministra de salud francesa, Roselyne Bachelot, y su colega de Ecología, Chantal Jouanno, anunciaron que prohibirían el uso de celular en las escuelas de primaria. De todas formas, la medida se tomó a la espera de los resultados de un estudio que lleva a cabo la Agencia Francesa de Sanidad sobre los efectos de las antenas de telefonía móvil y la conexión WiFi sobre la salud de las personas. Asociaciones de consumidores van más allá y piden que las empresas fabriquen aparatos que sólo permitan los mensajes de texto, y teléfonos por los que se hable únicamente por un auricular. El gobierno francés prohibirá el uso del teléfono móvil en la escuela primaria (hasta los doce años) por motivos de salud. La medida está encaminada a proteger a los menores del posible daño de las ondas electromagnéticas que emiten estos aparatos y cuyos efectos, según el gobierno de Nicolas Sarkozy, aún no han sido determinados de forma tajante. Desde hace semanas, un foro organizado por varios ministerios y compuesto por todos los sectores afectados, entre los que se cuentan representantes del gobierno, de las empresas telefónicas de los sindicatos y de varias asociaciones ciudadanas, de padres y de consumidores, se ha reunido periódicamente para discutir el asunto. Este ciclo de reuniones terminó el martes sin llegar a una conclusión determinante. Es más: decidió esperar y remitió al estudio que desde hace unos meses lleva a cabo sobre este tema la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria (Afsset). Será entonces cuando el gobierno francés legisle de una manera precisa sobre la instalación, ubicación y potencia exigida de las antenas y repetidores telefónicos y sobre el uso de los teléfonos portátiles en espacios públicos. Pero, mientras tanto (el estudio no estará terminado hasta septiembre), la ministra de salud, Roselyne Bachelot, apelando a la incertidumbre que rodea la cuestión y recordando que "la prioridad" es la seguridad de los niños, ha decidido enviar una circular a los colegios franceses de primaria para que sus directores prohíban el uso de teléfonos móviles. En muchos centros no hará falta, ya que, a instancias del propio centro, ya está prohibido desde hace tiempo entrar con ellos al recinto escolar. Varias de las asociaciones ciudadanas que han participado en el citado foro se han mostrado disconformes y "profundamente decepcionadas" por las, a su juicio, tibias resoluciones extraídas por el gobierno, y le reclaman más contundencia. Piden, por ejemplo, que la medida de la prohibición se extienda hasta el siguiente tramo de enseñanza, (los 14 años) o que se prohíba la venta de teléfonos a los menores de doce años. El gobierno, en un principio, estuvo de acuerdo con esto último, pero a última hora se echó atrás después de escuchar a una asociación de padres separados también presente en el foro: "Nosotros podremos impedir que se vendan móviles a los menores de seis años", argumentó la secretaria de Estado de Ecología, Chantal Jouanno, otra de las participantes en el foro, "pero es complicado prohibir que un niño más mayor posea un móvil, sobre todo en los institutos, porque algunos padres quieren tener a sus hijos localizados". Francia también prohibirá que en la publicidad de los teléfonos móviles aparezcan menores de doce años y exigirá que al comprador de un teléfono se le incite, mediante notas o mensajes, "al uso razonable" del aparato. De cualquier manera, el gobierno francés insiste en que el foro se volverá a reunir en septiembre, después de que se hagan públicos los resultados del, a su juicio, definitivo, informe científico de la Agencia Sanitaria francesa. Será entonces cuando se zanje la cuestión.

Quieren nuevos aparatos

 

A las asociaciones que nuclean a los consumidores franceses no se han quedado conformes con las medidas que el gobierno de su país piensa emprender a partir de ahora con la restricción del uso de los celulares en las escuelas. Sin esperar el dictamen que en septiembre realizará la Agencia Sanitaria francesa sobre el posible daño que las ondas electromagnéticas puedan provocar en la salud, estos grupos le piden a las compañías telefónicas que fabriquen y comercialicen nuevos aparatos destinados a los más pequeños. Por ejemplo, dispositivos por los cuales no se pueda hablar pero sí enviar mensajes de texto, u otros aparatos mediante los cuales sólo se pueda hablar a través de auriculares, con el objetivo de alejar el teléfono móvil del cerebro mientras se usa. El debate está en marcha y ya se ha extendido a todo el mundo."