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CAUSA ABIERTA

Uso terapéutico de la marihuana

Uso terapéutico de la marihuana

A principios de 2005 un grupo significativo de farmacias en Cataluña, sesenta en total, comenzaron a dispensar cannabis para uso terapéutico, recetado y controlado por el sistema de salud. Estos tratamientos estaban dirigidos a combatir los vómitos que causa la quimioterapia, a los efectos de la anorexia en pacientes con Sida, a la esclerosis múltiple, así como a aquellos enfermos que sufrían dolor crónico sin causa determinada. En todos los casos el fármaco derivado del cannabis se les suministraba después de comprobar que las medicinas tradicionales no lograban sus fines. Se conoce como marihuana al preparado que se elabora con las hojas, flores y pequeños tallos de una planta, que recibe el nombre de cannabis sativa.
La estructura química del cannabis presenta unos setenta compuestos, que afectan al funcionamiento normal de nuestras neuronas. El más importante es el THC (delta- 9- tetrahidrocannabinol). A dicho compuesto químico se le atribuyen la mayoría de los efectos de la marihuana. El THC, que tiende a acumularse en el cerebro, se expulsa de nuestro organismo muy lentamente, necesitando de media unos siete días para lograr su evacuación total del cuerpo. El consumo de esta sustancia se puede realizar por vía oral o respiratoria. En el primer caso sus efectos son más rápidos, ya que en una sola toma se ingiere toda la dosis. Si se fuma la asimilación es más lenta, teniendo este segundo sistema otro problema que es el derivado de la ingesta de humo, perjudicial para los pulmones.
Los defensores del uso terapéutico de la marihuana <http://www.acie.es> alaban la utilidad de esta sustancia por sus valores analgésicos y antiinflamatorios. El cannabis es un vaso dilatador que mejora la circulación sanguínea y favorece la relajación muscular.
Frente a esta tendencia de defensa del consumo y de la liberalización del cannabis se encuentra otra postura, antagónica e irreconciliable, que hace referencia a los efectos secundarios de la marihuana; a problemas de memoria y aprendizaje, a los trastornos de ansiedad y de depresión, a problemas pulmonares y a determinados tipos de cáncer entre otros. Así como a la dependencia que genera el consumo habitual del cannabis y a los síntomas que la ausencia de su utilización genera: irritabilidad, agresividad, problemas para conciliar el sueño <http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/publicaciones/Guia2008/cannabis.htm>.
La comunidad científica, que si bien no se decanta abiertamente por el uso de la marihuana como sustancia paliativa del dolor o como sustitutivo de medicación para enfermedades como la esclerosis o el alzheimer, sí que considera que los resultados que se desprenden de los estudios realizados con animales en el laboratorio deben ser tenidos en cuenta, y propugnan la continuidad de los estudios y de los experimentos en esta misma línea.

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