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CAUSA ABIERTA

Censo en Buenos Aires reveló diez casos increíbles de "vivos" y muertos con sueldos

Entre 6 mil irregularidades detectadas, hay un cura que daba misa y cobraba sueldo en un hospital. Una empleada que nadie conoce y cobra desde 1979. Y una docente con licencia desde 2006 que cobró $ 50.000 de más. Muertos que siguieron cobrando el sueldo, firmas distintas para un mismo empleado en el libro de asistencias, gente a la que ningún compañero de trabajo conoce, docentes que "trabajan" en dos lugares al mismo momento y hasta un cura que cobraba un salario y no se sabe por qué. El censo que realizó el Gobierno porteño entre sus empleados públicos, y que a apuntaba principalmente a saber la cantidad exacta de personal, dejó al descubierto a varios "ñoquis" y algunas situaciones insólitas o groseras. En todos los casos, la Ciudad les bloqueó el pago del sueldo, y en algunos hasta inició denuncias judiciales. El censo comenzó el en marzo del año pasado y terminó en abril de 2009. Arrojó que en el Estado porteño trabajan 114.437 personas. Sin embargo, aparecieron muchas irregularidades. El ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, explicó: "El año pasado, y para tener más control, incluimos una nueva tarjeta para pagar los sueldos. Sin embargo, 6.000 personas no las retiraron, y de ésas, 2.000 no fueron a cobrar el sueldo desde diciembre, ni siquiera por ventanilla. Con los datos del censo empezamos a cruzar la información y detectamos varios casos de los denominados ñoquis".
¿Cuáles fueron los casos más llamativos? A saber:

1.N.C., docente, falleció el 15 de junio de 2007. Sin embargo, alguien siguió cobrando su sueldo de $ 1.700 hasta abril del año pasado. Ahora la Ciudad bloqueó el pago del salario.

2. En el Hospital Piñero, el sacerdote B.S. figuraba como empleado de planta, por lo que debía trabajar 35 horas semanales. Sin embargo, en la Ciudad aseguraron que cuando fueron a hacer el censo no lo ubicaron, ni existía una planilla de asistencia a través de la cual certificar si cumple o no con su horario. Aparentemente, sólo iba para dar misas.

3. M. D. trabajaba en una escuela de recuperación, hasta que renunció en febrero del año pasado. Sin embargo, siguió cobrando su salario. El Gobierno porteño la demandó penalmente por cobro indebido de haberes. Ahora, la ex empleada pidió que le dejaran devolver el dinero en cuotas.

4. M.B. figuraba en la nómina del Piñero, aunque no trabajaba desde hacía 1.513 días por una licencia médica. El tema es que pasados los 1.050 días, los empleados deben dejar de cobrar el sueldo, pero, según la Ciudad, ella lo seguía recibiendo.

5. Un caso similar es el de A.L., empleada de una escuela. Desde 2006 no va a trabajar porque está con licencia médica. El régimen laboral indica que después de ese plazo deberían pagarle un 25%, pero estaba percibiendo el total. En los últimos 13 meses sumados, cobró más de $ 50.000.

6.C.M. es poco menos que un fantasma. Aparecía como empleada en la Dirección General de Educación de Gestión Estatal. Pero, aunque no le dieron ninguna licencia especial, su jefe no tiene constancia de que haya ido a trabajar... desde 1979.

7. R.A. es un tipo previsor. Trabaja los fines de semana y los feriados en la Escuela de Arte Dramático, de 9 a 21. El censista visitó la institución el 8 de abril, y se encontró con que R.A. ya había firmado por adelantado las asistencias de los días 11 y 12.

8. La profesora M.C. es maga o tiene un clon. Es que tiene asignadas 52 horas cátedra en cuatro colegios distintos, cuatro de los días con un mínimo de 10 y un máximo de 12 horas. Para cumplir, debería estar en dos lugares al mismo tiempo.

9. O.C. no sólo trabaja en la Procuración sino también en la municipalidad de La Matanza. Pero desde octubre del año pasado hasta abril, las firmas en el libro de asistencias corresponden a otras personas. El Gobierno le bloqueó el sueldo y probablemente lo denuncie.

10.El que ya fue denunciado penalmente (por eso se puede publicar su nombre real) es Marcos Alejandro Mayer, quien figura en la nómina del hospital Fernández. Según informó el Gobierno porteño, al momento del censo no estaba, y al censista le dijeron que no se presenta a trabajar. Además, las firmas del registro eran distintas entre sí. En los últimos 13 meses se llevó un total de $ 85.362. (Clarín)

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