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CAUSA ABIERTA

En Paraguay, los obispos piden perdón por el pecado del presidente Lugo "y otros pastores"

En Paraguay, los obispos piden perdón por el pecado del presidente Lugo "y otros pastores"

A 26 horas de haber asumido Fernando Lugo la paternidad de un niño que concibió siendo aún obispo, la cúpula eclesial paraguaya pidió perdón ayer por los pecados de los miembros de la Iglesia, "tanto pastores como fieles". A través de un comunicado leído ayer al mediodía por monseñor Claudio Giménez, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), los obispos pidieron también a todos los sacerdotes que lleven a la práctica las promesas recientemente confirmadas en la Misa Crismal (Jueves Santo); y a los fieles católicos y personas de buena voluntad, que oren por ellos para mantenerse fieles a la misión sacerdotal y episcopal. "Nosotros perdonamos a todos los seres humanos, así como esperamos que cuando metamos la pata nos perdonen a nosotros también. El perdón es algo querido por Jesucristo en los Evangelios, y eso no se puede obviar", respondió Giménez cuando se le preguntó si los obispos perdonaban a Lugo. Agregó que cualquiera puede equivocarse en la vida. "Supongo que él (por Lugo) sabrá recuperar la confianza no solo de la Iglesia, sino de todo el pueblo, en este trance". Lugo admitió la paternidad, pero no pidió perdón por violar el celibato.
Giménez admitió que la situación generada con Lugo, que no respetó el celibato, afecta "en parte" a la Iglesia. Dijo que son cosas que repercuten para bien o para mal. "La Iglesia Católica está conformada por seres humanos. Desde ese punto de vista, todo lo que pasa para bien, va a favor de ella; y todo lo que pasa en forma negativa, va en su desmedro", explicó.

El vicepresidente de la CEP no cree que vuelva a repetirse lo ocurrido con Lugo. "No creo que vuelva a pasar; cada cual con su conciencia", dijo.

Con relación a si ya conocían la historia del niño en la CEP, Giménez respondió a título personal que "así en esta forma, con estos detalles", él no sabía. A su lado, monseñor Adalberto Martínez, obispo de San Pedro -sucesor de Lugo-, se expresó con un movimiento de cabeza que él tampoco estaba al tanto de la pareja e hijo de Lugo.

"Como obispos renovamos nuestro compromiso asumido en la ordenación episcopal...", expresa parte del comunicado dado a conocer en la víspera. También imploraron, como Iglesia, la gracia de una profunda purificación. "Pedimos oraciones por toda la Iglesia Católica en el Paraguay, para que el sentido de pertenencia a ella, de todos sus fieles, se fundamente cada vez más en el Señor Resucitado", señala el documento.

El análisis del hecho que afecta al ex miembro de la CEP y actual presidente de la República, estuvo a cargo de la Comisión Permanente, integrada por los obispos: Pastor Cuquejo, Claudio Giménez, Ignacio Gogorza, Adalberto Martínez, Mario Melanio Medina y Celso Yegros. El tema Lugo no figuraba en el orden del día original, puesto que la reunión de ayer ya estaba pautada con anterioridad. Sin embargo, las circunstancias les obligaron a tomar postura sobre el particular. (Ultima Hora)

 

 

1 comentario

jim -

ESTUPRO EN EL OBISPADO

2009-4-13

Por Luís Agüero Wagner.

Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.


No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW