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CAUSA ABIERTA

En Venezuela, Hugo Chávez, Mario Sila y la jueza Calderón fueron los "judas" más quemados

En Venezuela, Hugo Chávez, Mario Sila y la jueza Calderón fueron los "judas" más quemados

A partir de las seis de la tarde del pasado domingo se comenzó a realizar la tradicional quema de Judas en diversas localidades del estado Carabobo. El mandatario nacional, Hugo Chávez, fue el funcionario público que más se repitió en los sitios que conservan esta costumbre. Esta actividad es una tradición del pueblo venezolano, en la que de manera simbólica aplican justicia popular. Desde hace muchos años se ha venido realizando en diferentes estados del país, donde los miembros de las comunidades se unen para recordar la traición de Judas a Jesús.
En la Redoma de Guaparo, decenas de personas se congregaron para ver cómo ardían dos robustos "Judas" que fueron "enjuiciados" minutos antes. Uno de los organizadores de la actividad leyó los cargos y ambos fueron condenados como traidores a la Patria.
El primero en arder fue la figura que representaba a la jueza Marjorie Calderón, que sentenció a los comisarios Lázaro, Forero y Simonovis y a otros funcionarios de la Policía Metropolitana a penas de hasta 30 años de prisión, por los hechos de abril de 2002.
En cuestión de segundos las llamas alcanzaron al segundo muñeco, que vestido con camisa y gorra roja, y pantalones de estampado verde militar, representaba al presidente Hugo Chávez.
"Ojalá no fuera un muñeco", dijo una señora que no contuvo su emoción mientras el fuego consumía los papeles, tela y zapatos de la segunda figura, que fue "imputada" por cambio de los símbolos patrios, destrucción de valores, fomento de trampa y ventajismo en procesos electorales, entre otras cosas. De acuerdo a quienes planearon la actividad, el Jefe de Estado en su testamento dejó hambre, miseria, zozobra, sufrimiento a madres que perdieron a sus hijos por la inseguridad, división de las familias y odio entre los sectores de la sociedad. También dejó prisión para inocentes y libertad para los asesinos.

Con este acto simbólico también culminó la huelga de hambre que el joven carabobeño Julio Rivas de 21 años de edad mantuvo durante 80 horas en la Redoma de Guaparo, como medida de protesta ante los problemas del país como la inseguridad, la pobreza, la crisis educativa y de salud, que ocasionaron las protestas de abril de 2002 y que todavía aquejan a la población venezolana.

"Los motivos de mi huelga fueron los mismos que llevaron a juzgar a estos personajes; esta actividad representa el reclamo de una sociedad y dice que ellos son los traicioneros", explicó Rivas, quien espera que su sacrificio personal haya despertado el sentimiento de protesta necesario para resistir los embates del Gobierno Nacional contra los principios democráticos de nuestro país.

Intensos preparativos

Veintisiete años han transcurrido desde la primera vez en la que los vecinos de la comunidad El Naranjal, en Naguanagua, dieron inicio a la tradición de la quema de Judas.

Cada domingo de Resurrección habitantes de la zona salen de sus hogares para pedir colaboración a los conductores que transitan por la vía principal, para así poder construir el muñeco que representará a la persona seleccionada como "Judas".

En la urbanización Los Bucares, en Flor Amarillo, un grupo de jóvenes hizo un muñeco al que le fue puesto el nombre de Mario Silva. Indicaron que eligieron al ex candidato a gobernador de Carabobo, porque no le da un buen trato a las personas que no piensan igual que él. Esta es la primera vez que realizan la actividad en esta comunidad de Valencia.

Lino Carrero, miembro del comité organizador de la quema de Judas en El Naranjal, manifestó que Eduardo Veloz fue seleccionado por los vecinos de la comunidad para ser el muñeco de Judas, pues todos estuvieron de acuerdo en que no tuvo una buena gestión como coordinador del consejo comunal. La quema del Judas la hicieron a las 6:00 de la tarde en los espacios del Centro Comercial Naranjal, donde también realizaron un compartir entre todos los vecinos.

En la avenida 190 de Naguanagua dos jóvenes se ubicaron desde tempranas horas de la mañana de este domingo. A cada conductor que pasaba por la vía le pedían dinero para terminar de comprar lo necesario para la construcción del muñeco, que este año fue denominado "El Tiburcio", para recordar a un mecánico de la zona que "se portó mal con las personas de aquí", dijo Júnior Gutiérrez, organizador de la actividad en su comunidad. En todos los sitios visitados se vio que carabobeños aún mantienen la tradición, pues se paraban para colaborar y de forma jocosa preguntaban cómo se llamaba el muñeco. (El Carabobeño)

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