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CAUSA ABIERTA

En Suiza, las procesiones de Mendrisio y las "plañideras" de Romont dan el vía de Semana Santa

En Suiza, las procesiones de Mendrisio y las "plañideras" de Romont dan el vía de Semana Santa

Los cantones católicos celebran la Pasión de Jesucristo en la más pura tradición de los cortejos callejeros. Las ciudades de Mendrisio (en el cantón de expresión italiana del Tesino) y Romont en el católico cantón de Friburgo, abrieron en Suiza el inicio de la Semana Santa con las tradicionales liturgias callejeras que se repiten cada año. Las calles de Mendrisio recrean con artistas de teatro el rito de la Pasión de Jesucristo con procesiones coloridas donde se mezcla el rito cristiano con el espectáculo para turistas, una tradición que se celebra desde el año 1600. Las procesiones comenzaron la tarde del jueves pero la del viernes adquiere todo su esplendor con la representación del Vía Crucis de Jesús hacia el Gólgota, con unas 200 personas que recorren las calles de Mendrisio, representando ya sea a los judíos o a los romanos, acompañando a Jesús hasta el momento de su crucifixión. Actores aficionados se visten con preciosos trajes de época, a los que se unen una cincuentena de caballos. El cortejo provisto de antorchas y con instrumentos de viento y tambores recorre el casco antiguo de la ciudad decorado especialmente para la ocasión con "transparencias", es decir lienzos pintados e iluminados por velas o dispositivos eléctricos.

Las plañideras de Romont

Otra ceremonia celebrada en la más pura tradición antigua, es la de las "plañideras de Romont", en el cantón de Friburgo. La ceremonia empieza con la lectura de la Biblia en la Iglesia principal, que da inicio al cortejo fúnebre, una larga procesión de creyentes que recorre las calles de la parte alta de la ciudad.

En esta procesión destacan las "plañideras", vestidas y veladas de negro, siguen lentamente a la Virgen María representada por una joven. Delante de ella, un Nazareno en capa negra avanza llevando un gran crucifijo.

Las plañideras desfilan llorando y gritando, mientras llevan en sus manos cojines púrpuras con los instrumentos de tortura de Jesucristo: coronas de espinas, látigos, clavos, martillos, alicates y sudarios. Mientras dura el cortejo, en la ciudad entera resuenan sermones y cánticos entonados por la comunidad de creyentes.

En la procesión las plañideras son coreadas por un grupo de personas que reza sermones y entona los cánticos bíblicos entre religiosidad y festividad profana.

El acontecimiento está relacionado con una antigua tradición del siglo XV: la procesión de la crucifixión como representación viviente de los misterios de la Pasión y, a la vez, el ejercicio de la penitencia.

En otros cantones con fuerte religiosidad

En el cantón del Valais hay pueblos que conservan la vieja tradición del reparto público de panes, quesos y vinos durante Pascuas, costumbre de los primeros romanos cristianos y que por muchos años han perdurado en las pequeñas aldeas montañesas.

En Lucerna, en cambio, el centro de la ciudad sirve de escenario para conciertos de música clásica, pero en todo el país predomina un espíritu festivo, donde estos días son considerados como momentos de esparcimiento y de descanso vacacional, con días libres (para recapacitar) y reuniones familiares; para ello, una sabrosa cena es clave en este día, donde el pescado y los dulces son los protagonistas de la mesa en la Semana Mayor. A la espera del domingo, el día de los huevos y conejos de pascua...de chocolate. (Swisslatin)

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