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CAUSA ABIERTA

Muro que divide dos barrios en Buenos Aires causa estupor en América Latina

Muro que divide dos barrios en Buenos Aires causa estupor en América Latina

Siete cuadras para poder tomar un ómnibus o ir al supermercado detrás de la "muralla", son algunos de los padecimientos de los trabajadores más pobres y algún delincuente entreverado, como en todo el mundo, que viven en el barrio San Fernando. Por otro lado, vecinos adinerados de San Isidro aplauden el atrincheramiento y están felices pues ven en la atrocidad montada en pleno siglo XXI como el súmun de su seguridad. La sociedad argentina está dividida como nunca. El muro con rejas es la fotografía más descarnada que tiene asombrada a toda América Latina. El diario Clarín informa al respecto "dentro del margen de la ley voy a hacer todo lo posible para cuidar a mis vecinos", dijo el intendente de San Isidro. Además, acusó al gobernador, que cuestionó la medida, de incumplir con la seguridad. Pese a la polémica que despertó el inicio de la construcción de un muro para dividir San Isidro y San Fernando, y de los dichos del gobernador Scioli, que cuestionó la iniciativa, el intendente Abel Posse le adelantó a Clarín.com que van a seguir adelante con la medida. "Dentro del margen de la ley voy a hacer todo lo posible para cuidar a mis vecinos", respondió.

"Ese lugar es un corredor de delito", agregó Posse para justificar la construcción del paredón, hecho con canteros de hormigón y un alambrado.

Además, el intendente de San Isidro salió al cruce de las declaraciones del gobernador bonaerense, quien cuestionó la medida, "Hubo un incumplimiento de su obligación de brindar seguridad", destacó. Y agregó: "No siento, en el caso de Scioli, que hay una autoridad moral que me contenga y que me diga qué puedo hacer y qué no".

Más temprano, Scioli había cuestionado la construcción del muro, al que calificó como un "error" y un "símbolo de la discriminación". "La solución (a la inseguridad) no puede ser cortarnos cada uno por su lado", se quejó en declaraciones a radio Provincia.

Esta mañana, un grupo de vecinos de Villa Jardín, que se había reunido en la avenida Uruguay, límite entre ambos partidos, para manifestar su rechazo a la medida, comenzó a derribar los pilotes de metal que ya fueron instalados a lo largo de tres cuadras. La tensión aumentó: hubo empujones con efectivos de la Guardia de Infantería de la Policía bonaerense. De todos modos, la situación fue controlada rápidamente y no pasó a mayores.

Horas antes, el intendente de San Fernando, Gerardo Amieiro (PJ), reveló que Posse no le comunicó su decisión de levantar la muralla, ideada para favorecer la seguridad en el exclusivo barrio de La Horqueta. "Hay que construir más ciudad, en vez de dividir", se quejó.

En la misma línea se expresó el subsecretario de Planificación de San Fernando, Diego Rossi, al considerar que la medida "no resiste la dignidad de los vecinos" porque la construcción "les afecta la calidad de vida".

Antes del mediodía, la Municipalidad de San Fernando presentó un amparo en el juzgado Nº 1 de menores de San Isidro, a cargo de Fernando Ribeiro Cardadeiro.

Hay decenas de preguntas aún sin responder. Por ejemplo que opina la presidenta Cristina, qué piensa Macri. Cómo se van a solucionar los problemas de auxilio policial y de emergencias sanitarias dentro del barrijo aislado. Los demócratas no pueden pensar otra solución que derribar ese muro de la verguenza, que sólo tiene antecedentes en Berlín después de la Segunda Guerra Mundial y actualmente en Estados Unidos (para separar México) e Israel (para hacer lo mismo con los palestinos). Por eso, la repercusiones que el caso está teniendo en todos los ámbitos del continente se están haciendo escuchar cada vez con más fuerza.

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