Un comisario de la Jefatura de Montevideo lideraba banda de ladrones de ambos sexos, cuyas capturas era casi imposible

Con todos los elementos de transmisión y códigos a sus disposición un comisario que revistaba en la Jefatura de Policía de Montevideo dirigía a una extendida gavilla de delincuents, integrada por hombres y mujeres, que se dedicaba preferentemente al robo de vehículos de valor. Pese a que ese era el rubro principal, la banda también robaba en comercios y fincas particulares. Pese al parmanente esfuerzo de la Policía por aclarar el rosario de delitos, siempre se chocaba contra un muro infranqueable difícil de comprender. Sin embargo, funcionarios del Departamento de Automotores consiguieron un dato que sindicaba al comisario en funciones como el líder del grupo, razón por la cual se actuó con suma cautela, dándose aviso al juez pena de turno para proseguir con las actuaciones. Así fue que tras varios allanamientos, los investigadores se incutaron de varios automóviles, partes de otros que habían sido desguazados, así como también computadoras de últimas generación e infinidad de objetos de valor. En el curso del vasto procedimiento, dirigido por el magistrado en lo penal de 10o. turno, se procedió a la detención de William Fernández Machado, de 31 años; de Rony Adrián Otero Cuenca, de 29, ambos con profusos antecentes penales. Luego se procedió a la captuta de Bettina Carla Abad Estévez, de 28, también con prontuario criminal en su haber, incluso por el cargo de asociación para delinquir. Otros dos individuos y una mujer de iniciales MFMG, de 19, S.A.S.M, de 29 y RGGM, de 29 también fueron detenidos y puestos a disposición del magistrado que los envió a todos a la cárcel. El último en ser detenido fue el infiel comisario de iniciales RDML, de 43 años. El oficial jefe imputado intentó evadir responsabilidades pero la carga de pruebas en su contra fue abrumadora. En virtud de ello el juez dispuso su envío entre rejas imputado de un delito de cohecho calificado. El comisario fue sometido a un sumario que culminará rápidamente con su separación de los cuadros policiales.