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CAUSA ABIERTA

En La Plata, matan a otro policía y es el cuarto de la bonaerense en los últimos 22 días

En La Plata, matan a otro policía y es el cuarto de la bonaerense en los últimos 22 días

La ola de inseguridad se cobró ayer la vida de otro policía: el subteniente Miguel Angel Martínez, 58 años, casado, una hija, un nieto, es el cuarto hombre de la bonaerense asesinado en un enfrentamiento en los últimos 22 días. Durante todo 2008 habían muerto ocho policías en tiroteos con delincuentes. La seguidilla de casos preocupa al gobierno de Daniel Scioli, a la cúpula policial y, sobre todo, a la tropa, desde la que se reclaman mayores medidas de seguridad para trabajar. La reiteración de hechos que terminan en la muerte de policías y de civiles comenzó a preocupar también al gobierno nacional. Ayer, la presidenta Cristina Kirchner, que rara vez mencionaba el tema, volvió a criticar a los jueces. Sostuvo que algunos delincuentes "entran en la comisaría por una puerta y salen por la otra". Y agregó que "el trabajo, la educación y el buen funcionamiento de las instituciones son clave" para combatir la inseguridad. "Tenemos problemas. A veces muere un policía en el marco de su vocación. Otras, forman parte de una asociación delictiva, como ocurrió en la comisaría 44a. [dependiente de la Policía Federal]. Necesitamos la sociedad organizada para denunciar a los malos funcionarios", dijo la Presidenta.

El superintendente de la zona sur bonaerense, Mario Valente, fue contundente durante un diálogo con La Nacion: "Hay que cubrir grandes extensiones y faltan 16.000 hombres en la fuerza", sostuvo al justificar por qué el subteniente Martínez iba solo en el patrullero cuando en la madrugada de ayer fue interceptado por delincuentes en la localidad de Olmos, cerca de La Plata. En medio del tiroteo, perdió el control del auto, que terminó en una zanja.

El protocolo policial dice que deben ir dos policías por móvil. A Martínez lo acompañaba otro auto policial con dos compañeros, que nada pudieron hacer para impedir que lo mataran.

Valente contó que uno de los tiros que recibió la víctima, en el brazo derecho, atravesó la ventanilla del patrullero. "Las ventanillas no están blindadas. Es cierto que uno tiene que estar protegido, pero no podemos salir en tanques Sherman. Esta es una profesión de riesgo", relató el jefe policial.

Según el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, el notorio aumento de policías abatidos responde a un "cambio de actitud" de los miembros de la fuerza. La policía aumentó su operatividad, entrega vidas, busca enfrentamientos, se juega, combate la droga", dijo el funcionario, del que ayer se rumoreó que podría abandonar su cargo.

Esa posibilidad fue descartada por fuentes del Ministerio de Seguridad. "No hubo nunca una intención de renunciar y menos un pedido de renuncia", dijeron los voceros.

Es que también circuló ayer la versión de que el gobernador no estaba conforme con la política de seguridad que lleva adelante Stornelli. "Scioli nunca está conforme. Como siempre, ayer reclamó a sus ministros que trabajaran a la par de él; que si él trabajaba 16 horas por día, también lo hicieran los ministros", dijo una fuente de la Jefatura de Gabinete bonaerense.

El crimen de Martínez, ocurrido ayer, poco después de las 3, en la localidad platense de Lisandro Olmos, fue el detonante de varios reclamos de policías. Por la mañana, un grupo de uniformados de la comisaría 4a. de esta ciudad se concentró frente a esa seccional para protestar por lo que denunciaron como falencias en sus condiciones de trabajo.

Dijeron, por ejemplo, que algunos policías que recorren a pie las calles no cuentan con equipos de comunicaciones porque deben dejarlos en los patrulleros, que muchos chalecos antibalas están vencidos, que algunos móviles policiales no tienen puertas blindadas y que, en Lisandro Olmos, donde mataron a Martínez, los equipos de comunicaciones que llevan los policías no tienen señal.

También se dijo que habían circulado mensajes de texto entre los policías bonaerenses para organizar un acuartelamiento, lo cual no ocurrió. Desde el Ministerio de Seguridad desmintieron el malestar entre los policías y adjudicaron esos rumores a fuertes operaciones realizadas por miembros exonerados de la fuerza.

"Sabandijas"

"Estoy muy amargado. Vamos a agarrar a estos sabandijas", dijo Valente, quien anoche desmintió una versión surgida de altas fuentes de la investigación de que se había detenido a dos personas por el asesinato del policía.

"Estos hechos dan ganas de jubilarse y no continuar con la profesión", dijo un compañero de la víctima durante el velatorio.

Martínez tenía 58 años, una hija y un nieto de dos años. Hacía 28 años que era policía. Los últimos dos, prestó servicios en la comisaría 15a. de La Plata.

Como se dijo, eran las 3 de ayer cuando alguien llamó al 911 para denunciar que un grupo de delincuentes estaba asaltando una casa, en las calles 217 y 40. Según contó Valente a LA NACION, al lugar acudieron tres policías en dos móviles. En uno estaba Martínez.

Aún no está muy claro lo que ocurrió, dijo Valente. Sólo se sabe que actuaron por lo menos cuatro delincuentes, que habían golpeado a los integrantes de una familia asaltada y que escapaban con algunos electrodomésticos cuando llegaron los patrulleros. Los delincuentes dispararon al patrullero que conducía Martínez.

Un tiro impactó en el parabrisas y el auto se cayó en una zanja. Otro tiro atravesó la ventanilla e hirió al subteniente en un brazo. Después, recibió el tiro que lo mató. "Entró por la espalda y salió por la clavícula, sin tocar el chaleco antibalas. Cuando el personal lo asistió, se había bajado. Estaba en el piso, balbuceaba. Tenía el chaleco a medio sacar. Es confuso lo que ocurrió. El único que nos puede decir lo que pasó..."

Paggi, en un reportaje radial, opinó: "Hay un desprecio de la vida muy grande por parte de la delincuencia. ¿Cuántos policías más tienen que dar su vida?".  La Nación.

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