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CAUSA ABIERTA

Al menos 66 muertos en el motín militar en Bangladesh, 38 encontrados en fosa común

Al menos 66 muertos en el motín militar en Bangladesh, 38 encontrados en fosa común

El hallazgo de 38 cuerpos de militares asesinados este viernes en una fosa común eleva a 66 el número de muertos en el motín de unos guardias que finalizó en la noche del jueves y tras el cual fueron detenidos 200 amotinados. Además hay un centenar de desaparecidos. Las fuerzas de seguridad descubrieron una fosa común con 38 cuerpos en la zona de los amotinados de la unidad Bangladesh Rifles (BDR), señaló el jefe del equipo de rescate, Sheikh Mizanur Rahman. Entre los cadáveres se encontraba el del jefe de los BDR, el teniente general Shakil Ahmed, contra quien se sublevaron los amotinados, informó el director de los bomberos. Un funeral colectivo debía celebrarse una vez que se hubieran recuperado todos los cuerpos y el domingo será declarado día nacional de luto. Los 38 cuerpos de la fosa común se suman a los 28 que ya habían sido descubiertos, por lo que son al menos 66 los muertos en el motín. Se seguía sin noticias de unos cien militares que habían sido hechos rehenes por los amotinados. "Procedimos a la detención de cerca de 200 miembros de los Bangladesh Rifles (BDR) que habían huido de sus cuarteles vestidos de paisano. Recibimos orden de detener a los amotinados", declaró a la AFP Abdul Kalam Azad, portavoz del Batallón de Acción Rápida, la unidad de élite de las fuerzas de seguridad. "Registramos coches y camiones en busca de más soldados rebeldes" en puestos de control establecidos alrededor del cuartel general de los BDR y en todas las carreteras de salida de la capital. La rebelión comenzó el miércoles en Dacca en el cuartel general de los BDR, una unidad paramilitar encargada de la protección de las fronteras que cuenta con unos 70.000 hombres. Miles de militares aceptaron deponer las armas el jueves después de un discurso a la nación de la primera ministra Sheij Hasina que les instó a dejar las armas y regresar a los cuarteles. En este Estado musulmán laico del sur de Asia, conmocionado desde hace dos años por una crisis política, la cólera aumentaba entre estos paramilitares, que reclamaban un aumento de sueldo, subvenciones para las comidas y más vacaciones. La negativa de los oficiales provocó la revuelta.

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