El fuego devasta Piriápolis, un muerto y casas destruidas

Los incendios desatados primero en el cerro del Toro (Piriápolis) y sobre mediodía en el cerro de los Burros (Playa Hermosa) tuvieron un poder destructivo pocas veces visto. El Comité de Emergencia Departamental y luego el Sistema Nacional de Emergencia con su presidente, Jorge Vázquez en persona a la cabeza, desplegaron todos los recursos disponibles para controlar ambos siniestros que sobre la media tarde estaban fuera de control.

Unos 300 efectivos de Bomberos, del Ejército, de la Marina y funcionarios de la intendencia de Maldonado con maquinaria pesada, además de 4 helicópteros de la Fuerza Aérea, decenas de camiones cisterna públicos y privados (incluso enviados desde la intendencia de Montevideo), junto a por lo menos 500 voluntarios, enfrentaron ayer dos incendios en el balneario de Piriápolis, uno de los cuales por su voracidad no registra antecedentes.

Sobre las 3.00 de la pasada madrugada se radió el alerta de que la ladera norte del cerro del Toro había tomado fuego; con el paso de las horas y luego por influencia del viento, las llamas tomaron rápidamente gran parte del cerro, treparon hasta la cumbre y comenzaron a descender en dirección sureste primero y noroeste luego, situación que llevó a la primera evacuación de zonas habitadas.

Pero sobre mediodía, cuando se intentaba controlar el avance del fuego que amenazaba con internarse en zonas urbanizadas de los barrios Venus y La Falda, estalló 6 kilómetros al Oeste, entre Playa Hermosa y Playa Verde, otro incendio en la ladera norte del Cerro de los Burros, obligando a quebrar en dos el operativo que se estaba desarrollando en pleno Piriápolis. El accionar del viento, sostenido y fuerte, llevó rápidamente las llamas a avanzar sobre áreas forestadas y salpicadas por decenas de viviendas de residentes permanentes y coquetas casas de veraneo, obligando también a la evacuación de varias familias; las llamas avanzaron incontenibles arrasando todo lo que encontraron a su paso, incluyendo redes del tendido eléctrico y de Antel, así como por lo menos 5 fincas en el balneario Playa Verde.

En la misma zona, falleció presa de las llamas y cuando era uno de los tantos voluntarios que procuraba contener el fuego, Rodolfo Kuster, un hombre de 56 años oriundo de Canelones. Junto a otro grupo de vecinos, se había internado en un monte para abatir el fuego que seguía avanzando en dirección Oeste, cuando por razones que se investigan quedó perdido dentro de la densa humareda y perdió la vida calcinado.