Revelan espionaje militar en democracia de gremios y líderes de Uruguay

La requisa de los archivos del exmilitar Elmar Castiglioni (foto) permitió a la justicia uruguaya comprobar la intensa y muy diversa actividad de espionaje de los servicios de inteligencia que abarcó a personalidades y organizaciones políticas de todo signo, informa este viernes el semanario Brecha, que tuvo acceso a la documentación.

El material revela el seguimiento -telefónico, personal, etcétera- al expresidente Jorge Batlle y sus colaboradores inmediatos en plena crisis de 2002, o la infiltración de sindicatos (SUTEL, Unmtra en 1992), u organizaciones políticas como el Partido Comunista y el Movimiento de Liberación Nacional, entre otras instituciones.

El llamado Archivo Castiglioni deja entrever que la red de informantes era extensa: por ejemplo, a principios de los 90, dirigentes de ADEOM trabajaban para los servicios informando sobre las rutinas del entonces intendente Tabaré Vázquez

Algunos documentos también dejan constancia de los intereses personales de un Castiglioni preocupado por el cancionero del grupo de rock Cuarteto de Nos, o la convivencia de un cabo con un militante de la unión de Juventudes Comunistas.

La documentación no incluye nombres propios, sino alias que solo los jerarcas de Inteligencia podrían identificar.

Pero además hay material relevante sobre otros asuntos de espionaje, tales como conversaciones diplomáticas con Estados Unidos para establecer una oficina (oficial) de la CIA en el Río de la Plata a pedido del embajador Christopher Ashbey.

Castiglioni robó parte de los archivos de Inteligencia del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y del Servicio de Información de Defensa (SID), dos organismos militares involucrados en la represión ilegal durante la dictadura.

El militar estuvo activo hasta 2006 y fue director del SID. Además, era sobrino de Víctor castiglioni, ex director de Inteligencia policial durante la dictadura Víctor Castiglioni. También fue parte de la organización de militares retirados "Libertad y Concordia".

En octubre de 2015, por orden de la jueza Beatriz Larrieu, el material fue requisado del hogar de Castiglioni apenas días después de su fallecimiento.

Castiglioni negó durante mucho tiempo que existiera ese material. La exministra de Defensa Azucena Berrutti había sido fuerte impulsora de la investigación, pero luego sus sucesores no prestaron el mismo interés.

Diez meses después de la incautación judicial, Brecha publica algunos de los resultados de la apertura del archivo que contiene material que abarca documentación de los primeros años 80 hasta 2009.