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CAUSA ABIERTA

Venezuela: oposición y gobierno miden fuerzas en la calle

Venezuela: oposición y gobierno miden fuerzas en la calle

La oposición venezolana ha convocado para este jueves a la “Toma de Caracas”, con la intención de presionar al Consejo Nacional Electoral para que anuncie la fecha de la recolección de firmas para el referéndum revocatorio del mandato del presidente Maduro.

La oposición venezolana, agrupada bajo el paraguas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha convocado para este jueves a una movilización multitudinaria a la que denominó Toma de Caracas, con la intención de presionar al Consejo Nacional Electoral (CNE), de mayoría oficialista, para que fije fecha para la recolección de los 3,5 millones de firmas necesarias para convocar el referéndum revocatorio con la finalidad de destituir al presidente Nicolás Maduro.

De acuerdo a diferentes estudios de opinión pública, la gran mayoría del país -sumido en una profunda crisis económica y política- apuesta por un cambio en la Presidencia.

"Nosotros sencillamente no podemos estarnos moviendo porque este quiere esto y aquel quiere lo otro. Gracias a Dios tenemos una norma (...) y de ahí no nos vamos a salir, porque salirnos de eso sería abonar un camino no deseado", afirmó por su parte Socorro Hernández, rectora oficialista del CNE.

La fecha que determine el CNE para la recolección de firmas -que la oposición descarta será exitosa- es clave a los efectos del futuro político del país. si sucede coo ha dado a entender el CNE, que la juntada de firmas se verificará a fines de octubre, ello conduciría a que el referéndum se realice el año que viene. Si la consulta se realiza antes del 9 de enero, y la oposición triunfa, se deberían convocar nuevas elecciones para elegir un presidente que cumpla el mandato hasta 2019. Sin embargo, si la votación se llevara a cabo después de esa fecha y el Gobierno perdiera, quien completaría el mandato sería el vice, un militante de las mismas filas de Maduro.

La oposición concentrará a sus partidarios desde primera hora de la mañana en siete puntos de la ciudad y luego trasvasará la multitud a tres de sus principales avenidas, que espera llenar. Para evitar desórdenes, los opositores han optado por evitar el centro de Caracas, que el oficialismo considera su área de influencia. No habrá discursos de líderes individuales, sino la lectura de un Acuerdo de Compromiso Ciudadano que detallará las próximas acciones en la calle. El objetivo es desplegar de manera visible la nueva mayoría que la oposición ha conseguido crear.

El Ejecutivo de Maduro ha aceptado el escenario de medición de fuerzas y ha convocado a la misma hora una concentración en la céntrica avenida Bolívar, tradicional escenariode las campañas electorales.

La movilización opositora ha recibido un importante respaldo desde el exterior. El espaldarazo más significativo proviene, quizás, del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, que ha llamado a las autoridades venezolanas a permitir "las manifestaciones de la expresión popular" y a evitar "medidas que puedan alentar la violencia y generar climas de confrontación". En el comunicado, Almagro revela que Caracas ignoró una petición de la OEA para observar in situ los acontecimientos de hoy y, tras pasar revista a los arrestos de dirigentes opositores durante las últimas horas, condena los actos de intimidación que, dice, "resultan propios de los más connotados regímenes autoritarios a lo largo de la historia". La actitud del Gobierno de Maduro, expresa, "demuestra claramente una negativa de asegurar al propio pueblo condiciones de paz y tranquilidad en el contexto de las manifestaciones" convocadas para hoy. Además, el dirigente de la organización acusa al Ejecutivo venezolano de intentar "criminalizar la protesta" y a la oposición. Y le responsabiliza de cualquier incidente que pueda tener lugar durante la protesta.

Gobierno decreta expulsión de seis corresponsales extranjeros

Con la expulsión de Jim Wyss, del Miami Herald, ya son seis los corresponsales extranjeros expulsados durante las últimas 48 horas. El reportero del Miami Herald fue detenido por las autoridades venezolanas y deportado a Panamá. Wyss, jefe de la oficina para la región andina del diario -con base en Bogotá-, había llegado el martes a la capital venezolana, donde se proponía cubrir la marcha convocada por la oposición. Según informó el rotativo desde Miami, Wyss fue expulsado del país por carecer de las acreditaciones oficiales para periodistas extranjeros.

El mismo martes de la llegada de Wyss, los funcionarios de inmigración en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, que sirve a la ciudad de Caracas, impidieron la entrada al país de un equipo del canal Al Jazeera, con sede en Catar. El equipo, conformado por la periodista Teresa Bo, la productora Lagmi Chávez y el camarógrafo Mariano Rosendi, llegaba desde Buenos Aires. Se les obligó a volar a Bogotá.

Este jueves, las autoridades migratorias declararon como "no admisibles" a los reporteros César Moreno, de Radio Caracol de Colombia; John Otis, corresponsal del servicio público de radiodifusión de Estados Unidos, NPR; y Marie-Eve Detoeuf, enviada especial del diario Le Monde de París.

Maduro denuncia plan de golpe de Estado

Según informa la agencia de noticias china Xinhua, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este martes un plan de golpe de Estado fraguado por sectores de la oposición de derecha para derrocar a su gobierno a partir de setiembre.

"Vamos unidos a derrotar el golpe de Estado y la violencia política para construir en paz la revolución bolivariana", dijo Maduro durante una concentración popular en Caracas.

En su alocución al pueblo desde la Plaza Caracas, el mandatario calificó a la oposición del país de "golpista" y "fascista", debido a que "no respeta las reglas del juego", al recordar el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 perpetrado por los mismos protagonistas contra el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Maduro llamó al pueblo venezolano a defender las conquistas sociales logradas durante los últimos 17 años desde la llegada al poder del gobierno socialista, porque "de llegar la oposición al poder les impondría las medidas del Fondo Monetario Internacional".

"Llamo y convoco al pueblo a defender la paz, la Constitución, la democracia y el derecho a la vida. La derecha viene para acabar los derechos sociales de un pueblo, viene para plagar Venezuela y América de hambre y miseria nuevamente, como la plagaron durante 200 años de dominación", declaró el mandatario.

El pueblo de Caracas debe defender su derecho a vivir en paz, acentuó Maduro en referencia a la movilización que convocó la opositora Mesa de la Unidad Democrática para este jueves.

El presidente venezolano denunció la "arremetida del imperio" estadounidense contra los países de América Latina que son gobernados por líderes de izquierda y reiteró su apoyo a la presidenta destituida de Brasil, Dilma Rousseff, y a los presidentes de Ecuador y Bolivia, Rafael Correa y Evo Morales, respectivamente.

"Al jefe indio del Sur (Morales) también le armaron una emboscada y le mataron a un gran compañero, a un viceministro (...) lo torturaron, lo asesinaron y lo tiraron en un camino", dijo el jefe de Estado en relación al asesinato del viceministro boliviano del Interior, Rodolfo Illanes, el pasado jueves.

Más temprano, desde la misma concentración, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, pidió a los dirigentes de la MUD asumir sus responsabilidades por las declaraciones que emitieron en relación a la movilización del 1 de setiembre.

"Todo aquel que esté participando en el golpe de Estado va a ir a la cárcel. No crean que van a recibir el mismo trato que recibieron en el 2002", señaló Cabello en referencia al indulto que concedió el entonces presidente Hugo Chávez a los responsables del golpe de Estado del 11 de abril de 2002.
UyPress




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