Un perro esperaba a una azafata al regresar de cada vuelo y ella lo adoptó

Olivia Siever encontró un ser que cambió su vida en cada viaje que ella hacía de Alemania a Argentina, en el país sudamericano encontró que un perro la esperaba al regresar de cada vuelo.

La alemana dio cariño y un poco de comida a un perro callejero solitario a inicios de año y desde ese momento el can la siguió a todos lados.

Ella trató de perderlo en numeradas ocasiones, pero le fue imposible, intentó que se fuera de su lado por una hora, pero el perro fue muy insistente en disfrutar de la compañía humana de la azafata.

El perro la siguió hasta el hotel y ella se apiadó de él, por lo que le dejó una cobija de avión para que pudiera pasar la noche fuera de la entrada del edificio, desde entonces decidió llamarlo Rubio. Pero pronto era momento de que Olivia volviera a Alemania y Rubio tuvo que volver a la calle.

Para sorpresa de Olivia, en su siguiente retorno a Argentina, luego de que llegó a su hotel, Rubio apareció nuevamente, esperando por ella en la entrada. No fue cosa de una vez, todas las ocasiones en que la azafata volvía a Argentina, el perro la esperaba, como si éste supiera el horario y el tipo de trabajo que Olivia ejerce.

Conmovida vio la forma en que un grupo de rescate lo pudiera dar en adopción, y así lo hizo la organización Mascotas Puerto Madero Adopciones Responsables pero durante el trayecto para ser enviado con su nueva familia, Rubio escapó.

Nadie sabía dónde estaba el perro hasta que de pronto apareció en el hotel nuevamente; Rubio ya había tomado una decisión y Olivia estaba pensando en lo mismo que él. Ambos debían estar juntos.

Olivia movió mar y tierra para que las autoridades de sanidad le permitieran llevarse a Rubio hasta Alemania y la organización que previamente había contactado le ayudó. Ahora viven juntos y Rubio tiene nuevos amigos con quiénes pasear.
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