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CAUSA ABIERTA

¿Dónde está el público? Río no soluciona el problema de los asientos vacíos

¿Dónde está el público? Río no soluciona el problema de los asientos vacíos

El equipo considerado como la mayor esperanza de medalla de oro en voleibol playa femenino para Brasil jugó el jueves bajo el cielo azul de una de las sedes olímpicas más icónicas de Río.

El marcador fue el que se esperaba, ya que Talita Rocha y Larissa Franca ganaron en dos sets. Lo que sí generó sorpresa fue que el estadio enclavado en la playa de Copacabana estaba cubierto solo en un 70 por ciento.

Apenas la pareja brasileña dejó el escenario, gran parte de la multitud también lo hizo. Cuando Holanda jugó con Rusia el partido final de la sesión matutina, el estadio de 12.000 asientos solamente mostraba un 30 por ciento de ocupación.

Para un deporte de gran tradición en Brasil que se disputa en una impresionante sede con vistas al Atlántico, los asientos vacíos representan un dolor de cabeza importante para los organizadores.

El rugby siete, el piragüismo eslalon y el adiestramiento ecuestre son otras disciplinas en las que se han visto miles de asientos vacíos durante los últimos días. En sedes más pequeñas como la de boxeo, los lugares sin ocupar se contaba de a cientos.

"Vemos algunos espacios vacíos en los estadios y estamos trabajando en ello", dijo a periodistas el jueves el portavoz del Comité Organizador de Río 2016, Mario Andrada, sin dar detalles sobre lo que se está haciendo.

A pesar de las repetidas declaraciones, aparentemente poco se ha podido resolver después de varios días de competición.

Los asientos vacíos son desagradables para los atletas, las cadenas de televisión y las federaciones. Minan la atmósfera para quienes compiten y para los medios que pagan millones de dólares por los derechos de un evento que, cuando carece de aficionados, parece menos interesante y atractivo.

Andrada dijo que un proyecto para dar 240.000 entradas a niños de escuelas no incluye el voleibol playa porque la intención es usarlos para aquellos deportes con los que los brasileños están menos familiarizados, como el rugby y el golf.

En Londres 2012 se permitió a voluntarios y personal del Ejército que trabajaba en los Juegos llenar los asientos vacíos en los eventos. Eso no pasa en Río, principalmente porque el comité organizador necesita desesperadamente el dinero que pueda recaudar con las entradas vendidas en el último momento.

El comité tiene un déficit de entre 400 y 500 millones de reales (entre 121 y 151 millones de dólares), según mostró un informe de Reuters el mes pasado.

Un miembro de la seguridad en la sede del voleibol dijo que les prohibieron ver partidos en sus días de descanso después de que un empleado fuera descubierto llevando a un compañero de trabajo de otra sede. "Es realmente frustrante", dijo negándose a dar su nombre por temor a represalias.

Los voluntarios también dijeron que no tenían derecho a entradas gratuitas, incluso cuando los eventos habían comenzado con asientos vacíos a la vista de todos.

Respecto al voleibol de playa, Andrada dijo que el problema principal es el formato, ya que una misma entrada proporciona acceso a varios partidos. "El público se concentra en los brasileños y después se van", señaló.

En eventos similares en otras partes del mundo, los organizadores resuelven este problema mediante el escaneo de las entradas que ofrecen en reventa cuando sus propietarios dejan el escenario. Este sistema no se está utilizando en Río.
Reuters

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