¿Destino a los JJOO de Río de Janeiro? Drogas y putas. Claro.

Últimamente se está detectando un insual tráfico de drogas hacia Brasil. El intento de colar estupefacientes en el país ha aumentado de manera alarmante. Se está encontrando mucha más droga, por ejemplo, en los pasajeros que aterrizan en el país procedentes de otros destinos de latinoamérica.

En los aeropuertos se ha disparado el número de muleros detenidos. Uno de las últimas grandes partidas detectadas la llevaba un hombre en silla de ruedas. La silla estaba totalmente rellena de estupefacientes.

¿Adivinan el por qué de este aumento del tráfico?

Los Juegos Olímpicos, claro.

Pero no sólo se ha disparado el tráfico de drogas. También el de prostitución. Prostitutas de todo el país han viajado estas semanas a Río de Janeiro para cubrir la alta demanda que se espera de la familia olímpica. También -porque los clientes quieren variedad, dicen- se han desplazado hasta allí mujeres de todas partes del mundo.

Se han desplazado… o las han desplazado.

Y, a la vez, también han viajado a Río miles de mujeres brasileñas que no ejercen la prostitución pero que han visto en la cita olímpica una posibilidad de aligerar su pobreza. Estudiantes. Amas de casa. Mujeres que perdieron el empleo. Madres solteras. Ellas hablan de asco, de humillación, de llorar ya amaneciendo cuando se va el último cliente.

Algunas ya tienen experiencia. Hace dos años también aprovecharon la cita del Mundial de Futbol para intentar ganar dinero. Entonces algunas oenegés les dieron clases de protección y de técnicas sexuales -con cosas tan básicas como poner bien un condón-. Los cursos incluían vocabulario sexual en inglés. Tenían que saber lo que pedían los clientes, ¿no?

Y ya me dirán ustedes qué maravilla de evento deportivo internacional -juego limpio, superación y todo eso- que atrae también -porque se consume- a la droga y a la prostitución.
Informe Yahoo