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CAUSA ABIERTA

Ha sido su mascota por 47 años y ahora pide a autoridades de EEUU que no le quiten a su querido cocodrilo

Ha sido su mascota por 47 años y ahora pide a autoridades de EEUU que no le quiten a su querido cocodrilo

Durante 47 años, el cocodrilo Gwendolyn y su amo, el bombero jubilado David Van Buren han sido inseparables, pero esta realidad podría romperse si las autoridades de Florida así lo deciden, debido a que los vecinos del barrio Coconut Grove, en Miami no ven con buenos ojos compartir el vecindario con el reptil de más de 3 metros de largo.

Fueron en unas vacaciones en Florida, cuando David -de solo 9 años- le rogó a su madre que le comprara por 2 dólares el pequeño cocodrilo, que entonces cabía perfectamente en el bolsillo de su chaqueta, lo que le permitió al niño volver sin mayores complicaciones en avión hasta su hogar, que entonces estaba en Nueva York.

Lo llamó Gwendolyn, porque no tenía idea del sexo de su nuevo amigo, y con las mesadas, se las ingeniaba para comprarle peces de agua dulce. Esta alimentación ha variado a medida que el cocodrilo ha ido creciendo.

Y actualmente, es consentido con sus comidas favoritas: galletas de chocolate, pollo al limón y hasta pizza. Hoy habita en el antejardín de la casa de David, donde se le construyó una piscina de hormigón y se le intentó mantener su privacidad con un alto muro y hasta alambres de púas para alejar a algún curioso que quisiera entrar al recinto.

Sin embargo, los vecinos notaron la presencia del animal y llamaron a la Comisión de Peces y Vida Silvestre de Florida (FWC), tal como informó El Nuevo Herlad y recogió Emol. Ante esto, el jueves pasado, David recibió la visita de los encargados, y le informaron que tener a Gwendolyn en su casa era ilegal.

“El asunto está bajo investigación (…) Nuestra misión es asegurar que Gwendolyn reciba el cuidado debido”, dijo Lorenzo Veloz, portavoz de la FWC. Como perro por su casa No es la primera vez que la amistad entre el cocodrilo y este hombre se ve amenazada. En 1994, Gwendolyn se escapó, por lo que los alarmados vecinos no dudaron en llamar a la FWC, desde donde confiscaron al animal.

David fue arrestado y comenzó una larga batalla legal por recuperar a su amigo, el que finalmente regresó a su hogar. Y si bien Gwendolyn lleva décadas viviendo entre su piscina y el patio para tomar sol, hubo una época en que su tamaño no era el de hoy, y David le permitía andar por la casa: dormía en la tina llena de agua, tomaba siestas en la cama de su dueño, jugaba con un perro de plástico y le tenían hojas de diario en el suelo para sus necesidades.

Esa cercanía le permitió a David enseñarle órdenes, por lo que el hombre asegura que su cocodrilo entiende cuando le dice “Gwendolyn”, “ven”, “¿tienes hambre?” y “no”. “(Gwendolyn) tiene un sexto sentido que le dice que las autoridades quieren hacer botas con su piel”, aseguró David, agregando que ya le entregó a la FWC la documentación que le pedían y que por ahora, solo queda esperar.

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