Blogia
CAUSA ABIERTA

Game of Thrones y su temporada para los fans

Game of Thrones y su temporada para los fans

Si algo le enseñó Game of Thrones a sus fans es a nunca apegarse demasiado a ningún personaje de la serie. El viejo dicho valirio de Valar Morghulis ("todos los hombres deben morir"), fue tomado desde la primera temporada al pie de la letra. Sin embargo, con la sexta temporada terminada y la trama avanzando hacia terrenos desconocidos por los lectores, es difícil no invertir emocionalmente en las casas, los personajes y sus diferentes misiones, más aún si el final se acerca.

Esta temporada fue totalmente diferente a lo que se había visto hasta ahora. No solo se apartó definitivamente de los originales libros, sino que la trama avanzó tan rápido como los barcos que cruzan el Mar Angosto. Hasta los capítulos más flojos ofrecieron momentos fundamentales para la historia.

Tras dejar en vilo a los fanáticos con el asesinato de Jon Snow en El Muro, la serie se tomó dos tensos capítulos para revivirlo y demostrar que, después de todo, no todos deben morir. Pero además, fue el primero de varios momentos en los que que se ofreció un descanso entre tanta violencia y maldad que termina venciendo sobre el bien.

Sansa Stark, que no tuvo más que malas temporadas y torturas en manos de sus prometidos o esposos, comenzó a forjar su propio destino al escapar de las manos de Ramsay Bolton y, finalmente, dándole una de las muertes más satisfactorias de la serie. Pero más importante, los Stark volvieron tras un emotivo encuentro a su ancestral hogar en Winterfell y de nuevo el blasón del huargo volvió a flamear. Ahora con Snow a la cabeza, la Casa Stark va a cosechar nuevos enemigos, sobre todo en King's Landing.

Fue allí donde mucha de la acción del final se concentró, con Cersei Lannister tomando medidas extremas para eliminar a la Fe Militante y de paso a los Tyrell, al explotar el Septo de Baelor. Lo que no consideró fue que, tras su decisión, su hijo –el Rey Tommen– se quitaría la vida. Esto permitió que Lannister se coronara como la primera reina de Westeros, hecho que prometerá una séptima temporada muy oscura para los Siete Reinos, con una líder más volátil que el fuego valyrio. La mirada preocupada de Jaime Lannister durante la coronación lo indicó todo.

En este final, la permanente amenaza de Ned Stark se hizo real: el invierno llegó y los peligros que trae se harán reales. La Gran Guerra de la que se hablaba desde hace temporadas pero que nadie tomaba en serio, ahora se tornó una realidad inminente. Los Caminantes Blancos, como dijo Jon Snow, serán los que traigan la tormenta que peligrará la civilización.

Mientras, Daenerys Targaryen está cruzando el Mar hacia Westeros con sus tres dragones, dejando en claro que serán el arma ideal para vencer a los hombres de hielo. Quedará por resolverse quién será el tercer jinete de dragones, porque el segundo ya podría estar resuelto. El domingo pasado ofreció la más esperada revelación de toda la saga de George R.R. Martin: quienes son los verdaderos padres de Jon Snow. La serie confirmó una vieja teoría de fanáticos que indicaba que se trataba de Lyanna Stark (hermana de Ned) y Rhaegar Targaryen (hermano de Daenerys), haciendo de Snow parte del árbol genealógico de los Targaryen y, por ende, un posible jinete de dragones.

La venganza fue uno de los temas prevalecientes de este año, motivando los actos de Cersei, Sansa y Arya, que comenzó a tachar nombres de su lista, comenzando con los despreciables Frey. Pero esta guerra desatada entre familias también produjo el deceso de varios apellidos importantes: los ya mencionados Tyrell (a excepción de la matriarca Olenna), los Baratheon, los Martell (a excepción de las bastardas Serpientes de Arena) y los Bolton.

Esta sexta temporada se deshizo de tramas que ya estaban cansando –Arya y su entrenamiento en Braavos y Daenerys y su propio entrenamiento para reinar–, devolvió personajes a la vida –Benjen Stark y Sandor Clegane–, satisfizo con creces a los fans y consiguió superarse a sí mismo con una historia que se torna cada vez más irresistible. Habrá que esperar un año más para ver qué pasa con el Trono de Hierro.
El Observador

0 comentarios