Indignación en China por video que muestra a empleados de un banco siendo golpeados en un escenario

Un vídeo viral que muestra a varios empleados de un banco chino siendo golpeados por sus malos resultados en un fin de semana de entrenamiento, provocó la indignación pública y la suspensión de sus jefaturas, informó este martes la prensa.

En la grabación se ve a ocho empleados -cuatro hombres y cuatro mujeres- alineados encima sobre un escenario y obligados a justificar por qué fueron los últimos en una competición, antes de ser golpeados por una especie de tabla que sostenía un supuesto trainer motivacional.

"No conseguí sobresalir", "nos faltó cohesión", habían respondido los empleados, antes de que el flagelador dijera en un micrófono que prepararan sus traseros para dar inicio a la golpiza.

Una de las mujeres golpeadas, intentó protegerse con las manos, pero se vio obligada a retirarlas, antes de lanzar agudos gritos cuando es azotada por la tabla. Para otros participantes, tanto hombres como mujeres, el castigo fue el corte de pelo, aseguraron bajo anonimato los empleados de la Changzhi Zhangze Rural Commercial Bank, citados por varios medios chinos.

El vídeo se volvió viral en internet y desató una gran polémica desde su publicación el domingo por la tarde. "No son esclavos de la antigüedad", se indignó un internauta que dijo que el formador "debe estar enfermo". "¡Los empleados tienen dignidad!", afirmó otro internauta, que consideró la paliza "perversa".

El periódico Beijing Times anunció el martes que altos dirigentes, entre ellos el presidente y responsable del Partido Comunista de este banco situado en la provincia de Shanxi (norte), fueron suspendidos por "olvidarse de llevar a cabo los controles adecuados en el programa de formación".

Las autoridades locales ordenaron al golpeador pedir disculpas públicas "por su comportamiento inapropiado", precisó el periódico, pero según ha trascendido, el hombre publicó en su sitio web que “las nalgadas” son un tipo de entrenamiento que viene explorando desde hace años, liberando de culpa a los jefes de los empleados.
AFP