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CAUSA ABIERTA

Justicia liberó a joven baleado por la Policía en el Marconi

El juez Alejandro Guido archivó el caso que investigaba contra el adolescente I.S.H.B. que fue baleado el 27 de mayo en el barrio Marconi por parte de dos policías que lo perseguían como sospechoso de cometer una rapiña.

Esa persecución, y la muerte del joven que iba con este adolescente en una moto, huyendo de la Policía, provocó una revuelta en el barrio que terminó con un ómnibus y varios autos incendiados, y dos personas heridas, además de múltiples rapiñas y destrozos.

El juez archivó el caso a pedido del fiscal Pablo Rivas, para quien “no surgen de autos elementos de convicción suficientes que permitan responsabilizar al adolescente I.S.H.B.”, dice la resolución a la que accedió Subrayado.

El fiscal del caso pidió archivar todo sobre la base de que el adolescente sufrió graves heridas. Así lo dispuso en su solicitud al magistrado.

“Entiende el suscrito de conformidad a lo dispuesto por el artículo 104 del CNA (Código de la Niñez y la Adolescencia) que aún en el caso de existir elementos probatorios, el Ministerio Público puede prescindir de la persecución penal si el adolescente ha sufrido a consecuencia del hecho un daño físico o moral grave, lo que a todas luces se configura en el caso de autos. Por consiguiente, por ahora y sin perjuicio, nada se solicitará, por lo que puede usted disponer el archivo de estas actuaciones”, dice el fiscal.

El adolescente I.S.H.B. “tiene fractura en los dos maxilares y deben hacerle cirugía, el ojo requiere de una prótesis y el coágulo en la cabeza aún está ahí”, dice el decreto judicial.

El joven niega la rapiña por la que los policías lo perseguían, dice que no estaba armado, ni él ni su compañero que resultó muerto por los disparos de los efectivos, y por consiguiente niega haberse tiroteado con los uniformados.

“Yo iba andando en la en la moto con mi compañero, nos cruzamos con un patrullero y sin decirnos qué pasaba nos empezaron a disparar y en seguida me metí por los pasajes del barrio”, dijo en su declaración.

En esa persecución recibe un balazo en un ojo. “Nosotros no estábamos armados, mi compañero tampoco”, dijo.

Asegura que la moto en la que circulaban era de su propiedad y no robada, como dijo la Policía y el Ministerio del Interior.

“La moto era de una muchacha a la que se la compré, tengo la libreta de la moto, no recuerdo ni sé donde vive esa persona, yo acredité la documentación, pagué 5.000 pesos, no recuerdo cuándo fue que la compré, a mi me dijeron que había una moto para vender y ta, compañeros del barrio fueron los que me dijeron que se vendía, no sé, yo la fui armando porque estaba desarmada cuando la compré y fue en la calle”, dijo el adolescente.

El fiscal no está seguro de esta versión. “Prima facie entiendo que no se ha acreditado debidamente la propiedad de la moto en la que circulaba en el momento en que fuera herido en la persecución policial”, escribió el representante del Ministerio Público.

El “archivo sin perjuicio” significa que en cualquier momento pueden volver a citar al adolescente y, si hay nuevas pruebas, retomar el proceso en su contra.

La familia del adolescente denunció a los policías por mal procedimiento ante la Institución Nacional de Derechos Humanos. Sin embargo el juez penal Ricardo Miguez dejó en libertad a los policías que participaron del operativo al no hallar pruebas de un procedimiento abusivo.

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