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CAUSA ABIERTA

“Es un ser miserable”, dijo el padre de una víctimas de Pablo Goncálvez

“Es un ser miserable”, dijo el padre de una víctimas de Pablo Goncálvez

El asesinato de Andrea Castro Pena, una de las víctimas de Pablo Goncálvez, trastocó para siempre la vida de la familia. Andrea fue la segunda víctima de Goncálvez.

La joven, de 15 años, vivía con sus padre en Malvín y cursaba cuarto año de Secundaria cuando el múltiple homicida le quitó la vida. Ocurrió en la madrugada del 20 de setiembre de 1992 luego de salir de la discoteca England.

Según la autopsia, fue asesinada por asfixia en el interior de un coche y su cuerpo apareció parcialmente sepultado en las playas de Punta del Este. La noticia sobre la inminente libertad de Goncálvez es removedora para las familias de sus víctimas.

El padre de Andrea dice que Goncálvez es un ser miserable, que nunca tuvo la valentía de reconocer sus crímenes. "Yo no tengo rencor u odio", afirmó Eduardo Castro, amparado en sus creencias religiosas.

"Es un ser miserable que no reconoció en ningún momento que lo había hecho, negó rotundamente. Pasaron 23 años y nunca tuvo la entereza y la hombría de decir 'yo la maté'". Y agregó: "quiero ver cómo reaccionará él cuando su hija vea la monstruosidad que hizo".

La esposa de Eduardo falleció en diciembre de 2014. Hoy sus restos descansan en el Cementerio del Buceo junto a los de Andrea, tal como fue su voluntad.

Pese al dolor permanente, Eduardo no se olvida de agradecer a quienes lo han apoyado a lo largo de estos años y lanza una advertencia a los jóvenes para que se cuiden en la calle.

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