6 razones por las que a mi pareja y a mí nos gusta dormir en habitaciones separadas

Cuando les comento a las personas que mi pareja y yo dormimos en habitaciones separadas por lo general reaccionan de una de estas dos formas:

Reacción 1: Es muy raro.

Reacción 2: Es increíble. ¿Puedo hacerlo?

Mi novio y yo vivimos juntos hace casi un año, después de unos 18 meses de noviazgo. Ambos teníamos compañeros de piso y nos alternábamos durmiendo en mi casa o en la suya. En algunas ocasiones habíamos hablado de irnos a vivir juntos “algún día”, pero no nos habíamos planteado una fecha precisa ya que a ambos nos gustaba vivir de forma independiente.

Sin embargo, todo cambió cuando uno de sus compañeros de piso decidió mudarse y yo estaba empezando a tener problemas con uno de mis coinquilinos, que solía dirigirse a mí usando un tono condescendiente y le gustaba tener sexo ruidoso en la habitación de al lado. Mi novio y yo conversamos acerca de lo que significaría mudarnos juntos y las repercusiones que esa decisión tendría para nuestra relación.

“¿Así que vas a convertir la habitación de Ashley en una oficina y dormirán en tu habitación?”, nos preguntaron nuestros amigos.

Oh no. Vamos a dormir separados.

¡Funciona! ¡Lo juramos!

Decidimos que lo mejor para nosotros sería dormir en habitaciones diferentes y ahora, un año después, la lista de razones para tener nuestras propias habitaciones no solo sigue creciendo sino que se ha hecho más concreta y nuestra forma de vida nos ha ayudado a mantener una relación increíble.

Dormimos mejor

Cuando mi novio duerme es como un tornado, no encuentro una manera mejor de describirlo. Por tanto, no puede dormir bien con otra persona ya que inhibe sus movimientos de demonio de Tasmania. Al tener dos camas separadas, eso no es un problema, y ambos podemos descansar plenamente.

Hay una puerta para cerrar

¿Alguna vez has vivido con alguien en una sola habitación y has sentido que no tenías intimidad? Cuando tienes tu propia habitación, eso no es un problema ya que cada quien tiene su espacio. ¿Estás de mal humor? Solo tienes que entrar a tu habitación y cerrar la puerta. Si uno de los dos quiere concentrarse, pasar tiempo a solas o trabajar en proyectos misteriosos, tenemos un espacio para hacerlo.

Cada uno tiene su propio armario

Tengo preciosos vestidos en mi armario. Él tiene su equipo de hockey maloliente en el suyo. Nuestros armarios no necesitan conocerse, luchar por el espacio o sofocarse mutuamente porque cada uno dispone de su propio espacio. Mis vestidos lo agradecen.

Puedes hacer lo que quieras

Cuando tienes horarios distintos, quieres quedarte hasta tarde para terminar algo o tienes que levantarte a las 4:30 de la mañana no tienes que molestar a la otra persona. No tienes que andar de puntillas por la habitación intentando encontrar la ropa que llevabas la noche anterior o preocuparte por molestar a tu pareja. Una noche llegué a casa pasada de tragos y no lo molesté cuando me metí en la cama, de hecho ni siquiera supo a qué hora llegué a casa, y a la mañana siguiente se acurrucó conmigo en la cama mientras yo aún sufría los efectos de la noche anterior.
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