Moda, innovación e investigación uruguaya en prendas elaboradoras con cannabis

No todo lo que es marihuana es para fumar. En otra dimensión, de las múltiples que tiene el cannabis, en nuestro país se está desarrollando una incipiente industria que está enfocada en su utilización industrial. Cañamama es una marca uruguaya que explora la moda y se sumerge en la elaboración de prendas de vestir.

Patricia Motta es la dueña de Cañamama, una empresa dedicada a la moda con líneas confeccionadas de telas a base de cannabis "es una marca de ropas y pretende ser de cosmética una vez que se puedan registrar productos a base de cannabis". Estos productos serán sin THC, el principio activo de la marihuana, y se trata de productos naturales según explica. Será una línea natural de cosmética. En base a aceites que podrán producir cremas y jabones, informa UyPress.

Este emprendimiento llevado adelante por una mujer, muy joven, se prepara ante la gran vidriera nacional e internacional que es la ExpoCannabis 2015 a realizarse en los predios del LATU los días 5, 6 y 7 de diciembre.

Su rubro es confeccionar prendas de vestir a base de telas elaboradas con cannabis. Con una variedad de telas y diseños que podrían sorprender a cualquier uruguayo, Patricia se ha especializado en el diseño y la industria de la moda pero focalizadas en telas de cáñamo y un conjunto de diverso de sofisticadas combinaciones que van desde el cáñamo con seda hasta el duro jean para pantalones.

Cañamama comenzó a trabajar en estas ideas hace algo más de dos años. La meta era hacer moda con telas vegetales, en lo que Patricia explicó la nueva tendencia mundial de la slow fashion. Patricia toma distancia de lo que llama "el lado oscuro de la moda, eso que es vender, vender y vender y yo quiero hacer algo mas sustentable".

Uruguay está en sus inicios, aun en pruebas piloto y de poca escala, en la plantación de cannabis para uso industrial. Este cannabis es bajo en THC, menos de 0.3%, y no sirve para fumar. El cáñamo para uso industrial, moda y alimentación, podría revolucionar buena parte del agro uruguayo y salir a competir con la soja y asociarse con la lana.

A Cañamama se le agotan las prendas.  Con líneas de prendas básicas, compatibles para toda hora y todo el año, las prendas de cáñamo y sus variedades con mezcla de seda, algodón y lana, han empezado a posicionarse en el mercado uruguayo. Estas prendas son especialmente demandas por los turistas y ahora Cañamama piensa en posicionarse para la ventas online - eCommerce- con mira a la exportación.

Está dirigido a un público que quiera vestimentas frescas y orgánicas, un público que aprecie la meditación o el yoga "la fibra natural sirve para hacer meditación, porque absorbe la transpiración y es antibacteriana" nos dice Patricia.

Por el momento las telas son importadas. El país proveedor es China, primer productor mundial que abastece su industria de hilados y telas con más de un millón de hectáreas plantadas de cannabis. El diseño es de Cañamama y la confección está a cargo de talleres de costura nacionales.

"No busco tener los talleres más baratos sino los que tengan una buena calidad en sus trabajos" nos dice la entrevistada. "No queremos talleres de bajo costo con malas condiciones de trabajo, agrega. También advierte que no quiere importar la confección, seguramente de mucho más bajo costo, pero con talleres en pésimas condiciones de trabajo o con el eventual uso de mano de obra infantil.

Ha habido ofertas de inversores argentinos para desarrollar la marca en su país. La decisión sigue siendo cuidar la marca y no venderla. En Argentina hay un complejo universo de talleres en negro con mano de obra de inmigrantes en pésimas condiciones laborales con las Cañamama no quiere vincularse.

También se comenzado alguna competencia incipiente pero con prendas importadas de China. En este caso no hay valor agregado nacional ni de diseño, ni de confección y un desconocimiento de las condiciones en que trabajan esos talleres.

Uruguay aun está lejos de poder producir telas en base a cáñamo. El cultivo de cannabis para uso industrial está en su etapa inicial. Habrá un camino que permita lograr el volumen de la materia prima y habrá que invertir en maquinaria para transformar el cáñamo en hilado. Hasta ahora es China la que ha reconvertido máquinas para procesar el cáñamo y hacer de él  hilado y luego las telas. También hay un largo proceso entre la cosecha y el secado del cáñamo que necesita de una formación especial de los cultivadores. En China el cultivo del cáñamo y la utilización en aplicaciones industriales tiene una larga tradición tanto de cannabis como de otros cáñamos como el bambú.

El proceso industrial del cannabis ha comenzado en Uruguay. Todo parece indicar que no tendrá marcha atrás y que las posibilidades son muchas. Uruguay no es un país que pueda posicionarse en el mercado mundial por volumen. La innovación, la sofisticación de los productos y la especialización será la que le abra puertas en el mercado mundial.

La industria de la vestimenta, en notoria crisis, puede tener en esta innovadora y arriesgada apuesta un futuro que hoy no lo dan las confecciones tradicionales.

Hecho en Uruguay

    uso de productos que impliquen el cuidado de forma natural de nuestro cuerpo
    vestimenta y productos de cosmética natural
    prendas básicas y confortables que trascienden las tendencias de moda y que perduran en el tiempo con un valor
    prendas atemporales
    confeccionadas en fibra natural proveniente de la planta de cáñamo, y blends de cáñamo con seda, algodón y bambú
    fibras naturales que permiten respirar
    excelente absorción de la transpiración
    revalorar el oficio mediante la confección de sus prendas con mano de obra nacional