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CAUSA ABIERTA

"Rain Man", el autista que lideró la conspiración global para manipular las tasas de interés de los bancos

"Rain Man", el autista que lideró la conspiración global para manipular las tasas de interés de los bancos

Su nombre es Tom Hayes y sus compañeros le apodaban "Rain Man" por sufrir de síndrome de asperger -un tipo de autismo leve- y ser un genio con los números, como el personaje de la famosa película. Se le considera el organizador de la conspiración que consiguió manipular el Libor entre 2006 y 2010.

Hayes fue condenado el lunes en Reino Unido a 14 años de prisión por manipular la tasa interbancaria de Londres, que se utiliza como referencia en contratos financieros y créditos en todo el mundo.

El antiguo agente financiero de las firmas UBS y Citigroup, de 35 años, es la primera persona condenada por esta trama global que llevó a los supervisores financieros de Estados Unidos, Reino Unido y Suiza a sancionar a los bancos Citibank, Barclays, Bank of America, HSBC, JPMorgan, RBS, y UBS con una multa total de US$ 5.775 millones.

Durante el juicio, la fiscalía lo definió como "el maestro de ceremonias" del entramado, aunque la defensa trató de presentarlo como una pieza menor "arrojada debajo de un autobús" por sus empleadores bancarios.

Pero, ¿quién es Tom Hayes?
Máquina de hacer dinero

Él mismo dijo que nunca tuvo una gran ambición por entrar en el mundo de las finanzas.

Durante sus estudios, pasaba los veranos trabajando en la cocina de un restaurante para mantenerse, pero cuando se graduó en Matemáticas y en Ingeniería en la inglesa Universidad de Notthingham decidió que era el momento de vivir mejor.

Su habilidad natural con los números impresionó de inmediato a sus reclutadores de RBS, donde entró a trabajar en 2001. De allí pasó a Royal Bank of Canadá y luego a UBS en septiembre de 2006.

Fue en la oficina de UBS en Tokio cuando comenzó a operar con productos financieros basados en la tasa Libor.
¿Chivo expiatorio?

Hayes no negó en ningún momento que tanto en UBS como, después, en Citibank intentó manipular el Libor, según informa Mark Broad, periodista de la BBC. Reconoció que las pruebas eran genuinas.

Pero, al ser preguntado si lo hacía por su propio beneficio, Hayes se mostró sorprendido: su respuesta fue que esto era una práctica común en los bancos donde trabajó y que los superiores estaban al tanto.

Antes de ser despedido en 2010, ya había ganado por su salario más de US$4 millones. Pero cuando estalló el escandaló se entregó.

Al conocer a lo que podría enfrentarse, reconoció estar "paralizado por el miedo", pero siempre insistiendo en que era una práctica habitual.

"Estaba operando dentro de un sistema" donde influir en la tasa Libor era una actividad común, dijo.

"Actué con total transparencia ante mis empleadores. Mis superiores lo sabían, el jefe de mi jefe lo sabía. En algunos casos, el consejero delegado (director ejecutivo) era consciente de ello," aseguró Hayes al tribunal.

Las pruebas contra él fueron contundentes: chats internos, mensajes, correos, llamadas de teléfono etc.
Edredón con un súperheroe

En uno de los mensajes, cuenta el periodista Mark Broad, uno de los agentes de RBS le dijo a Tom Hayes: "El Libor lleva tres meses demasiado alto porque yo lo he mantenido artificialmente alto". Y explicaba que podía hacerlo en colaboración con los "compañeros" de otros bancos.

Y en una llamada ofrecía entre US$50.000 y US$100.000 por mantener el Libor en unos determinados niveles.

El juez advirtió al jurado que Hayes había sido diagnosticado con una forma "suave" del síndrome de Asperger (un tipo de autismo), lo que significaba que veía los problemas como blancos o negros, no percibía los matices.

Hayes trató de explotar esta vía asegurando que sus compañeros se burlaban de él por mantener una funda nórdica con un superhéroe de la infancia.

Pero no le funcionó. Ahora Hayes es la única persona que carga con la culpa "de uno de los episodios más oscuros de la historia financiera", señala Broad.

Pero puede no ser el único: otras 11 personas están acusadas y tendrán que ir a juicio.
BBC, Foto Reuters

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