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CAUSA ABIERTA

Dos dedos en la vagina y uno en el ano para entrar a las Fuerzas Armadas en Indonesia

Dos dedos en la vagina y uno en el ano para entrar a las Fuerzas Armadas en Indonesia

Cualquier joven que pretenda entrar a las Fuerzas Armadas en Indonesia debe someterse a lo que muchos llaman actos "insensatos, primitivos y denigrantes": una prueba de virginidad. Hasta no hace mucho, también debía hacerlo cualquier mujer que deseara contraer matrimonio con un militar.

Ahora, activistas de derechos humanos piden que Indonesia deje de hacer estas pruebas, a las que Human Rights Watch (HRW) también califican de "poco científicas", informó la periodista de la BBC Josephine McDermott.

HRW realizó una investigación para la que entrevistaron a mujeres que fueron sometidas a estos exámenes que consideran discriminatorios y no que tienen que ver con la capacidad de una mujer para llevar a cabo su trabajo.

Estas prácticas también han sido rechazadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha subrayado que "no hay lugar para las pruebas de virginidad, no tienen validez científica".

¿Qué está pasando en Indonesia?

Según McDermott, las pruebas de virginidad son obligatorias para las reclutas militares y las aspirantes a entrar en el cuerpo de Policía Nacional, que suelen ser graduadas de secundaria de entre 18 y 20.

La investigación de HRW indica que la Fuerza Aérea, el Ejército y la Marina realizó también durante décadas la prueba a las novias de los militares antes de contraer matrimonio.

Incluso gobiernos locales y servicios civiles han abogado por el uso de la prueba. Algunos sectores han intentado extenderla a otros ámbitos como las escuelas.

En febrero, las autoridades de la localidad de Jember, en Java Oriental, desecharon un plan para que las niñas tuvieran que certificar su virginidad antes de graduarse de la escuela secundaria.

¿En qué consiste?

La periodista de la BBC informa que el examen, conocido como la "prueba de dos dedos", el médico deduce al tacto el estado del himen -una delgada membrana adherida a la pared vaginal- y la dimensión anatómica del canal vaginal o laxitud vaginal.

Se supone que la prueba sirve para determinar si una mujer ha tenido relaciones sexuales, pero el estado del himen ofrece poca información para responder a esta pregunta, dice HRW.

El himen puede variar en tamaño por muchas razones no relacionadas con el sexo. Según explican, la membrana cubre parcialmente la abertura de la vagina pero no la "sella como una puerta".

Andreas Harsono, uno de los investigadores de HRW que entrevistó a 11 mujeres indonesias, entre esposas de militares y mujeres oficiales, señaló que la mayoría estaban avergonzadas por el procedimiento y muchas quedaron traumatizadas.

Las mujeres describieron que durante la prueba les abrieron la vagina con dos dedos y les introdujeron otro dedo en el ano.

Según el activista, en una ocasión, cuando una mujer contó lo que le habían hecho a las demás mujeres que esperan fuera de la sala para someterse al examen, las 23 aspirantes se fueron.

Una médico militar contó a HRW que cuando realizó las pruebas en Yakarta, le resultó difícil persuadir a las mujeres para que se la hicieran. "No fue [solo] un acto humillante... Fue una tortura. Decidí no hacerlo de nuevo", dijo.

¿Cuán importante es que las reclutas sean vírgenes?

Según el jefe de información de las Fuerzas Armadas el general Fuad Basya, es un asunto de seguridad nacional.

"Si no se restringe de esta manera, entonces alguien con un mal hábito se convertirá en militar. Los soldados son defensores de una nación. Defienden la soberanía de una nación, el territorio y la seguridad de un país", dijo.

Basya explicó a los medios locales que si una candidata había perdido su virginidad fuera del matrimonio su estado mental la haría no apta para convertirse en soldado.

"Puede que haya sido por un accidente, enfermedad o debido a un hábito", dijo refiriéndose a la relación sexual. "Si es su hábito, el ejército indonesio no puede aceptar potenciales reclutas como esas", afirmó el general.

La esposa de un militar entrevistada por HRW dijo que la razón que le dieron a ella fue económica con el argumento de que "el ejército quiere parejas saludables", contó.

Y le dijeron que "los militares a menudo viajan fuera de casa. Deben confiar en sus esposas".

¿Hacen otros países lo mismo?

La periodista Josephine McDermott indica otros casos en los que exámenes parecidos han causado controversia.

Sudáfrica
Es un tema candente en la actualidad puesto que un partido político quiere que se haga pruebas de virginidad en las escuelas secundarias a las niñas, para frenar las tasas de embarazo en la adolescencia. Los grupos que se oponen a la propuesta promueven la promoción de la abstinencia hasta el matrimonio, para evitar ser estigmatizados niñas. El uso de estas pruebas se han planteado en el pasado como una forma de detener la propagación del VIH/SIDA.

India
HRW ha hecho campaña contra los hospitales indios que "someten rutinariamente a las sobrevivientes de violación" a la "prueba de los dos dedos".
En 2009, cientos de mujeres se manifestaron en contra de las pruebas impuestas a monjas en Kerala y a 151 mujeres jóvenes que participaron en una ceremonia de matrimonio en masa patrocinada por el Estado.

Egipto
En 2011, un tribunal egipcio obligó detener las pruebas a las mujeres detenidas en las cárceles militares.

El tribunal tomó la decisión después del caso de la manifestante Samira Ibrahim, quien acusó al ejército egipcio de obligarla a someterse a la prueba tras ser detenida en una protesta en la Plaza Tahrir.

Un general egipcio defendió que las pruebas se llevaron a cabo para que las mujeres no dijeran más tarde que habían sido violadas.

Reino Unido
Las autoridades de Reino Unido realizaron pruebas a algunas mujeres inmigrantes de la India, Bangladesh y Pakistán hasta 1979.
La justificación era detectar si estaban mintiendo al asegurar que viajaban al país porque estaban comprometidas para casarse con un hombre que ya vivía allí.

Se suponía que era más probable que en el caso de las mujeres vírgenes fueran cierto que fueran a casarse. La Agencia de Fronteras de Reino Unido reconoció que esas prácticas eran "claramente indebidas".
Foto AFP

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