Japón asustado por el paso entre sus islas de 10 submarinos y destructores de la Marina china

Japón expresó este martes su preocupación tras el paso entre sus islas meridionales de una flotilla de un decena de submarinos y destructores chinos, este fin de semana, informaron funcionarios del Ministerio de Defensa. Dos submarinos y destructores ocho fueron avistados el sábado en aguas internacionales que separan la isla de Okinawa y la pequeña isla de Miyako, ubicada en el extremo sur del archipiélago nipón, dijo una portavoz.
El ministro japonés de Defensa, Toshimi Kitazawa, subrayó que un despliegue de esta magnitud no tenía precedentes. "Vamos a realizar un análisis detallado, incluso para ver si esto concierne o no a nuestro país. Luego decidiremos nuestra reacción", dijo.
El 10 de abril, hacia las 20H00, dos patrulleras de la marina japonesa avistaron la flota china en aguas a 140 kilómetros al sudoeste de Okinawa. Las naves se dirigían hacia el Pacífico, según el ministerio.
"Estas naves participaron luego, el 11 de abril, en unas maniobras de reabastecimiento realizadas en las aguas al sur de Okinawa, en particular con helicópteros", precisó la portavoz.
"Uno de los helicópteros se acercó mucho a una patrulla japonesa. Creemos que este tipo de comportamiento pone en peligro la navegación", agregó.
Esta no es la primera vez que las naves de guerra chinas toman esta ruta marítima, dijo el ministerio.
El mes pasado, seis buques de la marina china fueron avistados en esta área. En junio de 2009, fueron cinco, y, en noviembre de 2008, cuatro.
"Nuestra política en los últimos años ha sido dar a conocer las actividades de los buques de guerra extranjeros en la vecindad de nuestro país", dijo la portavoz.
El derecho internacional establece que el paso es libre en las aguas internacionales y en la zona económica especial de 200 millas náuticas a partir de la costa.
Sólo las aguas territoriales de 12 millas náuticas imponen restricciones a los buques extranjeros, entre ellos el "paso inocente" de las marinas de guerra, que impone que los submarinos deben navegar en superficie.