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CAUSA ABIERTA

Las mujeres reparten los alimentos en Haití y ponen un freno al caos

Las mujeres reparten los alimentos en Haití y ponen un freno al caos

La mujer de 79 años con una pesada bolsa de arroz en la cabeza descendió con cuidado las escaleras el domingo y se la entregó a su nuera, que rápidamente se introdujo a su hogar provisional en la atestada cancha del estadio Nacional de Haití.
Esa victoria personal para Rosedithe Menelas y su hambrienta familia fue un salto adelante, así como para las Naciones Unidas y grupos de ayuda humanitaria que han pasado apuros para apoyar a dos millones de personas que necesitan alimentos tras el terremoto del 12 de enero.
Bajo un nuevo enfoque en la distribución de la ayuda, Menelas y miles de mujeres más en la capital de Haití ya no tienen que disputar con los hombres en las entregas humanitarias de alimentos, que en los últimos días han sido caóticas y llenas de peligrosos empujones.
"Cada vez que dan alimentos hay muchos problemas", dijo Menelas, sentándose pesadamente sobre una pequeña silla de madera mientras dos nietos se subían con rapidez a su regazo. "Hoy por fin recibimos algo".
Las autoridades de la ONU dicen que aún están muy lejos de lograr llegar a todas las víctimas del terremoto que se calcula necesitan comida.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y sus socios, incluyendo a World Vision, tomaron prestado un enfoque que ha dado buenos resultados en otras zonas de desastre. Las agencias se extendieron a lo largo de Puerto Príncipe, distribuyendo cupones que podían ser canjeados por bolsas de arroz en 16 sitios distintos. Dichos cupones fueron otorgados principalmente a mujeres, ancianos y discapacitados.
Se permitió que algunos hombres canjearan cupones a nombre de mujeres ocupadas en atender a niños o que no pudieron acudir por alguna otra razón.
"Nuestra experiencia alrededor del mundo es que es más probable que los alimentos sean distribuidos equitativamente en el hogar si son entregados a mujeres", dijo Marcus Prior, portavoz del PMA, en el estadio convertido en un amplio campamento de familias a las que el terremoto dejó sin hogar.
Las autoridades decidieron dar los alimentos a las mujeres porque son las que suelen encargarse más del cuidado de los hijos en la mayoría de los hogares y es menos probable que se comporten en forma agresiva en las filas para recibir ayuda humanitaria.
Muchos haitianos estuvieron de acuerdo.
Chery Frantz, de 35 años y padre de cuatro hijos que vive en una barranca cerca de un centro de distribución, dijo que hay más probabilidades de que los hombres vendan el arroz que reciban en los donativos.
"Las mujeres no harán eso porque son más responsables", afirmó Frantz.
Durante las próximas dos semanas se distribuirán bolsas de arroz a diario para ayudar a sostener a la población hasta que los esfuerzos de apoyo alimentario a largo plazo puedan echar raíces. Los trabajadores están entregando 1.700 raciones a diario en cada sitio de distribución. Se calcula que cada bolsa puede ayudar a alimentar a una familia de seis personas durante dos semanas con aproximadamente la mitad de las calorías que necesitan cada día.
Por otro lado, el gobierno colombiano informó que el cadáver de Sandra Liliana Rivera González, la única mujer de esa nacionalidad que murió como consecuencia del terremoto, fue repatriado el domingo a Colombia.
Rivera, de 35 años, "trabajaba en asuntos de seguridad del aeropuerto de la capital haitiana y estaba contratada por una multinacional (de transporte aéreo) que antes la había enviado a otros países", agregó el comunicado de prensa difundido en la página de internet del ministerio.
El cuerpo de Rivera fue hallado el viernes por rescatistas colombianos bajo los escombros del hotel La Montaña en Puerto Príncipe.
En Washington, la Casa Blanca dijo el domingo que reanudaría los vuelos militares para trasladar a personas lesionadas gravemente durante el terremoto, después de que el gobierno recibió la confirmación de que los hospitales en Estados Unidos cuentan con la capacidad adicional para recibirlos.
Los vuelos habían sido suspendidos cuatro días antes, lo cual preocupó a los médicos de Haití, quienes dijeron que cientos de personas morirían si no recibían atención especializada. Desde entonces los grupos de ayuda humanitaria se vieron obligados a emplear aviones privados cuya contratación es muy onerosa.
El grupo de ayuda Partners in Health, con sede en Boston, organizó un vuelo el domingo para transportar a un niño de 5 años víctima del tétanos, un bebé de 14 meses con neumonía y otro bebé con quemaduras de tercer grado que sería enviado al Hospital Infantil de Filadelfia.
La Casa Blanca informó que los vuelos se reanudarían en cuestión de horas. "Se está identificando a los pacientes a trasladar, los médicos se están asegurando de que puedan volar sin poner en riesgo su seguridad, y estamos preparando atención pediátrica específica dentro de los aviones donde sea necesaria", dijo el portavoz Tommy Vietor.
Se le solicitó al Cuerpo de Ingenieros Civiles del ejército que construya un hospital de carpas con 250 camas con el fin de quitarle presión al navío-hospital Comfort de la Armada estadounidense, y también para ayudar a aligerar el trabajo en instalaciones haitianas en las que las víctimas del terremoto están siendo atendidas bajo lonas en terrenos de hospitales. Varios hospitales de Puerto Príncipe resultaron dañados o quedaron destruidos.

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