Los mapuches chilenos irritados por el crimen de un joven cortan caminos y se enfrentan a los carabineros

Un policía resultó herido a bala la madrugada del viernes mientras que grupos de manifestantes realizaron cortes de camino al continuar los incidentes en la zona de la Araucanía, al sur del país, tras la muerte de un joven indígena mapuche por disparos de un policía. La irritación de los mapuches se acentuó al trascender que Jaime Mendoza Collío, de 24 años, recibió de espalda el impacto que le causó la muerte en el supuesto enfrentamiento entre los indígenas que habían ocupado una hacienda cercana y los policías que los desalojaron. Aún cuando el informe médico no ha sido entregado oficialmente, versiones de prensa revelaron la causa de la muerte de Mendoza Collío. Sin embargo, el fiscal militar que investiga el hecho dejó detenido al suboficial Patricio jara Muñoz, identificado como el autor del disparo mortal. Familiares del joven mapuche, casado y padre de una hija, sostienen que fue herido mortalmente cuando escapaba de los disparos policiales. Tras la entrega a sus familiares del cuerpo de Mendoza el jueves en la noche, encapuchados atacaron la gobernación de Angol, a unos 600 kilómetros al sur de esta capital. Desde el miércoles al viernes se han registrado cuatro atentados, cortes de caminos y enfrentamientos en los que ocho policías fueron heridos por tiros de escopeta, según la versión policial. La madrugada del viernes un policía recibió un balazo en una mano en la localidad de Ercilla, cuando un desconocido le disparó en momentos que intentaba detener a sospechosos de uno de los incendios intencionales en la zona. También la casa patronal de una hacienda de la zona fue quemada intencionalmente. Sin embargo, un fuerte temporal de viento y lluvia parecía haber apaciguado de momento el viernes la violencia en la zona de la Araucanía, donde vive gran parte de la población mapuche, estimada en unos 900.000. Los mapuches son la principal etnia de este país, donde también existen pequeñas comunidades rapanui de la polinésica Isla de Pascua, de aymaras y kollas en el norte del país. La presidenta Michelle Bachelet deploró la muerte de Mendoza y decidió enviar la semana entrante una comisión de alto nivel para dialogar con las comunidades indígenas en el sur. Pero el ex ministro Francisco Huenchumilla, de origen mapuche, criticó el viernes las políticas estatales respecto al problema, aunque el año pasado la mandataria designó un comisionado especial para asuntos indígenas. "Hay que tratar los síntomas, los orígenes de este problema, no tratarlos simplemente como un problema de orden público", dijo Huenchumilla en declaraciones el viernes a radio Cooperativa. El secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, refutó al dirigente oficialista señalando que esa no es la política del gobierno. Atribuyó la efervescencia a grupos radicales indígenas. Y dijo que el policía que dio muerte a Mendoza recibió a su vez unos 80 perdigones y que de no haber estado protegido lo pudieron matar. Bachelet dijo que desde la restauración de la democracia en 1990, periodo en que el país ha sido gobernado por la coalición oficialista de centroizquierda, se han entregado 650.000 hectáreas a comunidades mapuches. "Lucha y autodeterminación, hacédnos respetar como pueblo, hacédnos respetar como nación", proclamó durante el velatorio de Mendoza el dirigente mapuche Aucán Huilcamán. El gobierno también es criticado por la oposición derechista, que demanda una acción más enérgica contra la insurgencia de grupos radicales mapuches. Y también de los empresarios agrícolas de la región, afectados por las ocupaciones de sus predios, que los mapuches reclaman les sean restaurados.